Nuevos enfrentamientos entre soldados sirios y rebeldes ocurrieron ayer viernes mientras que la violencia incesante opaca las esperanzas de un plan de paz que intenta poner en marcha el enviado de Naciones Unidas Kofi Annan.
El presidente sirio Bashar Assad aceptó el plan de paz a principios de semana, pero el derramamiento de sangre no ha parado a pesar de las peticiones de un cese al fuego. La oposición se mantiene muy escéptica de que Assad se comprometa con el plan de Annan, al decir que aceptó sólo con el objetivo de ganar tiempo mientras continúa la campaña en contra del levantamiento.
El viernes, activistas reportaron enfrentamientos en la provincia norteña de Idlib y en la alborotada provincia de Homs. No hubo cifras inmediatas sobre fatalidades.
En una cumbre de la Liga Árabe en la capital iraqu, el secretario de la ONU Ban Ki-moon y el secretario general de la Liga Arabe Nabil Elaraby discutieron la crisis en Siria y la misión de Annan y acordaron "que era imperativo para el presidente Assad cumplir sus compromisos con acciones", dijo un portavoz de la ONU.
Los líderes árabes en la cumbre emitieron una resolución pidiendo al régimen de Assad que "implemente de inmediato" las propuestas de Annan.
El plan pide que Damasco detenga los movimientos de tropas inmediatamente y el uso de artillería pesada en áreas residenciales y que se comprometa a un cese al fuego de dos horas diarias para permitir el paso de ayuda humanitaria y evacuaciones médicas. Asimismo, pide un cese al fuego absoluto que supervisará la ONU para que todas las partes puedan discutir una solución política.
En comentarios publicados por la agencia de noticias estatal siria el jueves, Assad dijo que "Siria no reparara en esfuerzos para hacer que la misión (de Annan) sea un éxito y espera que pueda devolver la seguridad y estabilidad al país".
Sin embargo, agregó que el enviado de la ONU debe "lidiar con los elementos de la crisis en una forma integral" y lograr un compromiso por parte de los grupos armados para cesen sus "actos terroristas" contra el gobierno.
El departamento de Operaciones de Paz de la ONU (DPKO) prepara en estos momentos varios planes para llevar a cabo un eventual despliegue de observadores en Siria, a la espera de que avance la labor mediadora del enviado especial al país árabe, Kofi Annan, para lograr un alto el fuego sobre el terreno.
"El DPKO prepara un plan de contingencia para varios escenarios y será Annan quien decida cómo se pone en marcha de cara a la respuesta del Gobierno sirio al plan de seis puntos que le presentó y cómo responde sobre el terreno", aseguró hoy el portavoz de Naciones Unidas, Eduardo del Buey.
Aunque evitó detallar el contenido de los distintos planes que hay sobre la mesa de cara al envío de los observadores encargados de comprobar el cese de la violencia, recalcó que se trata de "planes" y que "no se puede tener ningún tipo de fuerza de observación de paz en un lugar donde la violencia persiste".
"Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación sobre el terreno", explicó el portavoz.