Un atacante suicida detonó un automóvil cargado de explosivos dentro de una base militar en el sur de Yemen en la madrugada del viernes, y luego se produjo un tiroteo entre las tropas y los insurgentes extremistas.
Las primeras versiones reportaron que la doble acción armada de las fuerzas de la red extremista Al Qaeda dejó al menos 20 personas muertas, entre soldados y militantes, pero las cifras son preliminares.
El hombre que condujo hacia la base militar en la provincia de Abyan, donde un ataque de un avión no tripulado dejó ayer siete milicianos de Al Qaeda muertos, pasó varios puntos de control antes de detonar las cargas explosivas en la instalación.
El atacante hizo estallar el coche-bomba cerca de la puerta de la 115 Brigada Blindada del Ejército en la ciudad costera de Shuqra, cuando su intención era entrar a la base, donde la mayoría de los 15 soldados que resultaron heridos estaban dormidos.
Después de la explosión, los militantes intentaron un asalto al recinto castrense por vía marítima y terrestre, según revelaron fuentes médicas y militares, sin dar más detalles.
El incidente de este viernes es la última de una serie de atentados y ataques suicidas de Al Qaeda contra el personal de seguridad y las instituciones gubernamentales en las regiones del sur y sureste del país.
El grupo Al Qaeda en la Península Arábiga, el ala militar más activa de la red extremista islámica en el mundo, juró vengarse del bombardeo del avión conocido como "drone" del ejército estadounidense.
