La Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS) señaló que la escasez de agua y pasto en los agostaderos, a consecuencia de la sequía, ha ocasionado la muerte de 30 mil cabezas de ganado en la entidad.
El presidente del organismo, Luis Sierra Maldonado, manifestó que la sequía ha ocasionado ya la muerte de un considerable número de reses, pese a que los meses de mayo y junio son los más severos para la actividad ganadera por el estiaje.
Refirió que no obstante la pérdida de animales, la cantidad se encuentra dentro de los parámetros de pérdidas normales y recordó que el año pasado se registró la muerte de una cifra similar de cabezas de ganado, pero no precisó números.
Indicó que las regiones de Guaymas y Empalme, ubicadas al sur de esta capital, reportan las afectaciones más importantes porque desde el año pasado tienen problemas con la sequía.
Enfatizó que en el resto de la entidad también hay problemas de disponibilidad de agua y pasto para el ganado en los agostaderos, “pero los efectos de la sequía todavía no se siente lo fuerte”.
Lo más crítico está por venir, destacó, porque a partir del 15 de mayo se incrementan las temperaturas en Sonora y las lluvias se generalizan en la entidad hasta el 15 de julio.
Por ello, destacó, se solicitó al gobierno federal un apoyo de emergencia por 53 millones de pesos para enfrentar la temporada más crítica para la ganadería de Sonora.
