De luto. Cientos de trabajadores públicos tomaron de nuevo el centro de la capital española en protesta por los recortes aplicados.
Cientos de trabajadores públicos, muchos de ellos con camisetas negras en señal de luto por la muerte del sector, tomaron de nuevo el centro de la capital española en protesta por los recortes anunciados por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Bomberos, policías, profesores y administrativos, entre otros empleados del sector público español, se manifestaron en la Gran Vía y la calle Alcalá coreando consignas contra la clase política y el Ejecutivo del Partido Popular (PP).
"Que sea un diputado el próximo parado", "No a los recortes, Rajoy dimisión", "Hunden al obrero, rescatan al banquero" y "Manos arriba, esto es un atraco", fueron los gritos más recurrentes de los manifestantes que escenificaron un cortejo fúnebre vestidos de negro y con féretros que simbolizaban la muerte de sus derechos y del sector público.
"Tenemos derecho a manifestarnos para que la gente vea que estamos indignados, que no somos responsables de la crisis y que no tenemos que pagar los abusos de los políticos", aseguró un policía, que pidió el anonimato, frente a las puertas del Parlamento.
Horas antes de la gran manifestación, grupos de empleados públicos cortaron varias calles del centro de la capital interrumpiendo el tráfico, en tanto, bomberos con cascos y policías de civil intentaron tirar las vallas metálicas que protegían el Congreso de los Diputados, fuertemente custodiado por agentes antidisturbios a los que gritaron: "No somos delincuentes, somos compañeros".
Al igual que sucedió en jornadas anteriores, los funcionarios se concentraron antes de la manifestación conjunta a las puertas de las dependencias en las que laboran para expresar su rechazo a las medidas de austeridad que, entre otras prestaciones, suprime la paga extra de Navidad y reduce en un 50 por ciento los seis días de libre disponibilidad de los que disfrutan anualmente.
Los funcionarios, que tienen sus salarios congelados, también volvieron a manifestarse frente a la sede del gobernante PP para lanzar consignas contra el Ejecutivo ibérico.
Las protestas se producen luego que la semana pasada centenares de funcionarios se manifestaran espontáneamente en el centro de Madrid y otras ciudades españolas para repudiar los reajustes económicos con los que el Gobierno de Rajoy, presionado por la Unión Europea, busca ahorrar 65 mil millones de euros en dos años.
