El segundo rescate de Grecia aprobado por los ministros de Finanzas de la zona del euro no solucionará los problemas del país, pero protegerá a los demás socios de la unión monetaria, afirmó hoy aquí el titular sueco, Anders Borg.
Claro que los griegos siguen atascados en su tragedia. Este es un nuevo acto en un largo drama. No creo que podemos considerar que se han liberado de todos sus problemas, admitió al llegar para una reunión con sus homólogos de los Veintisiete.
Sin embargo, creo que hemos reducido el problema griego a únicamente un problema griego. Ya no es una amenaza para la recuperación en toda Europa, destacó.
Borg sostiene que el mayor riesgo era que Grecia ocasionara una crisis en los sistemas bancarios alemán, francés y italiano.
Ahora tenemos una garantía práctica sobre los bonos griegos restantes, lo que significa que los riesgos generales se han reducido, dijo.
El paquete de rescate incluye un préstamo de 130 mil millones de euros de parte de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la condonación de 106 mil millones de euros en deudas griegas de parte del sector bancario.
Además, los bancos centrales de los países de la zona del euro aceptaron repasar a Grecia los intereses que perciban por los títulos griegos en sus carteras.
En cambio, Grecia implementará un plan de austeridad destinado a recortar gastos equivalentes al 1.5 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) este año y aceptará la presencia permanente en Atenas de una misión de la troika, encargada de supervisar la aplicación de todas las medidas acordadas con sus acreedores.
El riesgo para Grecia es que no cumpla sus compromisos y vuelva a la situación en la que se encontraba al inicio, advirtió Borg.