Latinos pintan el letrero.
El letrero de Hollywood estrenó ayer lavado de cara después de más de dos meses de restauración, un trabajo intenso que corrió a cargo de un grupo de veteranos pintores latinos dispuestos a ensuciarse las manos para que el símbolo de la meca del cine reluzca como nuevo. Colgados de arneses, azotados por el viento y a merced del sol californiano, Víctor Galindo y su equipo hicieron de cirujanos de espray y brocha gorda para quitarle unos años de encima a las icónicas letras que tantas veces habían visto de lejos y nunca imaginaron que se convertirían en parte de su vida. El acceso hasta la base del emblema angelino, ubicado en terreno público, está prohibido y vigilado, aunque no faltan quienes violan la ley y lo tocan.