Con la destrucción de tres obradores inicia un programa encaminado a reducir la contaminación en la ciudad, informó Rigoberto Medina Herrera, subsecretario de Medio Ambiente del Estado.
La situación de cada persona que se dedica a la elaboración de ladrillos es distinta, por eso no se puede "medir a todos con la misma vara".
Dijo que el trabajo de reubicación de ladrilleras requiere de una labor ardua y negociaciones intensas con cada una de las personas que se desempeñan en este oficio.
No se puede hablar de un cifra exacta de ladrilleras que serán sacadas de la mancha urbana, puesto que aún se está en un proceso de pláticas con los "obrajeros".
"Habrá quienes quieran la reubicación y tal vez otros deseen cambiar de giro, pero quieren alternativas viables para trabajar y sostener a sus familias y con eso hay que ayudarles", mencionó Medina Herrera.
Comentó que ya se han encontrado con personas que no están dispuestas a escuchar ninguna oferta, dicen "yo de aquí no me muevo", pero aún es necesario encontrar la forma de tratar con ellos.
Reiteró que lo que se acaba de iniciar con el respaldo del Municipio, Estado y Federación es sólo el inicio de una serie de acciones que se emprenderán para contrarrestar un problema añejo, del cual los vecinos afectados piden solución.
Y es que mientras que la exigencia de los vecinos afectados por la contaminación generada por los "combustibles" que se queman para elaborar los ladrillos es justa, también los "obrajeros" requieren de una fuente de trabajo para sostener a sus familias.
