Malaui ha retomado formalmente sus lazos con el Reino Unido, su antigua metrópoli al nombrar a Bernard Sande nuevo embajador en Londres, tras meses de desencuentros entre la Administración del primer ministro británico, David Cameron, y el fallecido mandatario malauí, Bingu wa Mutarika.
El diario malauí The Nation informó hoy de que la designación responde a la decisión de Londres de nombrar a un nuevo jefe de misión diplomática en el país africano, comunicada por Cameron mediante una carta.
El intercambio marca un paso adelante en la estrategia exterior de la nueva presidente, Joyce Banda, quien busca enmendar los lazos para devolver a su país la asistencia económica que la comunidad internacional suspendió bajo el Gobierno de Mutharika, quien murió de un infarto a principios de abril.
Meses antes de su fallecimiento, el entonces presidente expulsó del país al embajador británico, Fergus Cochrane-Dyet, después de que la web WikiLeaks filtrara un cable diplomático en el que se criticaba que el mandatario malauí se estaba volviendo "autocrático e intolerante".
Como respuesta, Reino Unido, Estados Unidos y Alemania, entre otras naciones, cancelaron la ayuda al desarrollo que destinaban a Malaui.
En declaraciones a los periodistas, Banda explicó este martes que su misiva, Cameron calificó de "transición política" el cambio de gobierno en Malaui y celebró los pasos que se están dando para mejorar la situación política y económica del país africano.
Malaui se enfrenta a graves problemas económicos desde que su mayor exportación, el tabaco, ha perdido fuerza en el mercado internacional.
Además, la ayuda de la comunidad internacional, que en los últimos años llegó a suponer hasta el 40 por ciento del presupuesto nacional, se ha visto mermada por las tensiones creadas por el difunto Mutharika.
