En medio de una guerra de filtraciones y de la abierta politización de "Rápido y Furioso", que permitió el trasiego ilegal de armas a México entre 2009 y 2010, la minoría demócrata en la Cámara de Representantes dio a conocer ayer que al menos otras tres operaciones encubiertas de contrabando de armas antecedieron a ese operativo desde 2006.
Además, en una carta que acompaña a un reporte de más de 80 páginas, el líder de la minoría demócrata en el comité de supervisión gubernamental, Elijah Cummings, acusa al presidente de dicho comité, el republicano Darrel Issa, de no haber accedido a las peticiones para la comparecencia del exprocurador de Justicia, Michael Muckasey, quien habría sido informado de dichos operativos de tráfico de armas hacia México desde 2007.
En un reporte elaborado por la minoría demócrata tras un año de pesquisas, Cummings identifica al menos cuatro operativos de tráfico ilegal de armas hacia México desde 2006.
El primero de ellos fue la operación conocida como "Receptor Abierto", que tenía como objetivo identificar y desarticular las redes de contrabando que han dotado de un enorme poder de fuego a los carteles de la droga.
El segundo y tercer operativos, entre 2007 y 2008, han sido identificados como "El Caso Hernández", en referencia a Fidel Hernández, un intermediario en la compra de armas para los cárteles en Arizona, y el "Caso Medrano", una investigación encubierta que hizo seguimiento del tráfico de armas organizado también desde Arizona por Alejandro Medrano, otro contrabandista al servicio de los cárteles mexicanos.
Finalmente, el reporte hace alusión al fallido operativo de "Rápido y Furioso" que habría permitido el trasiego de armas a México entre 2009 y 2010, bajo la supervisión de la a Oficina para el control del Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés).
