Un legado. Resulta curioso que Susana Corcuera leyese a Rulfo 'a los 13 ó 14 años' y no volviese a sus páginas hasta que la crítica literaria estableció las comparaciones.
Dicen que Jalisco condensa la esencia de México y que en algunas de sus zonas rurales se habla uno de los españoles más ricos. Allí nació Juan Rulfo y de allí proviene quien aseguran que atesora su perfume literario, Susana Corcuera, que acaba de publicar en España "A Machetazos" (Ediciones Irreverentes).
En este conjunto de cuentos breves dedicados a la tierra y a la locura conviven las leyendas y los miedos comunales con los que pueblan la mente individual, el paisaje jalisciense de tierras áridas y también de jacarandas, rezumando rulfismo.
Como los habitantes de esta zona -Estipac, próximo al Sayula de Rulfo-, sus personajes hablan con "un lenguaje poético, porque es algo que la gente de ese área lleva en la sangre", explica la autora, que ganó con esta obra el VI Premio Internacional Vivienda de Relato.
Reconoce que le halaga que la comparen con el escritor de "Pedro Páramo" y justifica esa similitud en que ambos tienen sus raíces en un territorio "donde sorprende el estilo propio del lenguaje, poético, lleno de metáforas y cercano a la tierra, porque seguramente el dramatismo de los paisajes ha jugado un papel fundamental en la forma de expresarse de su gente".
Resulta curioso que Susana Corcuera leyese a Rulfo "a los 13 ó 14 años" y no volviese a sus páginas hasta que la crítica literaria estableció las comparaciones.
Las semejanzas son más apreciables en los relatos dedicados al terruño, con crímenes, niños enterrados a pie de presa para evitar devastadoras inundaciones, cerros capaces de enloquecer a quienes los recorren o ataques de hipo que se prolongan más allá de la muerte.
Finalista del Premio Azorín Planeta 2005 con "Llegó Oscura la mañana" y del IV Premio Iberoamericano de novela Casa de las Américas con "La Memoria de las Manos", la escritora mexicana publicará a mediados de año en su país "La Memoria de las Manos".