La orden religiosa de los Legionarios de Cristo, de por sí desacreditada por ocultar los crímenes de su fundador pederasta, sufrió ayer otro duro golpe a su credibilidad, después que el director de la congregación admitió que en 2005 se enteró que Thomas Williams, uno de sus sacerdotes más prominentes era padre de un niño, y sin embargo le permitió seguir enseñando y predicando acerca de la moralidad.
Es probable que la admisión, por parte del religioso Álvaro Corcuera, enfurezca a los miembros de los Legionarios y su rama laica, que han soportado años de disculpas, hipocresía y explicaciones por los delitos del fundador mexicano de la orden católica, el padre Marcial Maciel, que abusó sexualmente de seminaristas y tuvo tres hijos con dos mujeres. Williams, la cara pública de los Legionarios en Estados Unidos, admitió la semana pasada que había violado su voto de celibato y que es padre de un niño hace varios años. Lo hizo en una declaración pública.
El director de la congregación Legionarios de Cristo admitió ayer haber ocultado que su sacerdote más prominente hubiese tenido un hijo y anunció la revisión de todas las denuncias pasadas de abuso sexual contra religiosos de la legión, en medio de un escándalo creciente.