El Papa Benedicto XVI expresó hoy su pesar por los daños provocados por el paso del huracán Sandy en los Estados Unidos y aseguró que reza por las víctimas de ese fenómeno meteorológico.
Durante su audiencia semanal, ante más de 10 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro durante una fría y lluviosa mañana romana, el pontífice habló en inglés y se mostró cercano a los damnificados.
“Consciente de la devastación causada por el huracán que recientemente se abatió sobre la costa este de los Estados Unidos, ofrezco mis oraciones por las víctimas y expreso mi solidaridad en todos los que están empeñados en el trabajo de reconstrucción”, sostuvo.
El huracán Sandy dejó al menos 50 personas muertas a su paso por la costa este de Estados Unidos, que afectó principalmente la ciudad de Nueva York, y pérdidas estimadas entre los 10 mil y 20 mil millones de dólares.
Apenas el pasado domingo, el obispo de Roma se refirió al paso de Sandy por el Caribe y lamentó las víctimas mortales dejadas por el huracán en Cuba, Haití, Jamaica y Bahamas.
Este día el Papa pronunció también una catequesis en la cual reflexionó sobre el tema de la fe partiendo de algunas preguntas: “¿Tiene la fe sólo un carácter personal, individual?, ¿me interesa sólo a mí?, ¿la vivo solo?”.
“La fe es un acto eminentemente personal, es una experiencia íntima. Yo creo, pero mi creer no es el resultado de una reflexión solitaria, sino el fruto de una relación con Jesús, en la cual la fe me viene dada por Dios a través de la comunidad creyente, que es la Iglesia”, dijo.
Agregó que la fe nace de la Iglesia, conduce a ella y en ella se vive, por eso todos deben confirmar su fe a través de los signos como los sacramentos, mientras la misma institución eclesiástica ofrece garantía de que se cree en el mensaje original de Cristo.
“En un mundo aparentemente dominado por el individualismo, la fe nos llama a ser Iglesia, portadores del amor de Dios para todo el género humano”, apuntó.
