Un problema real. Los choferes de taxis han sido asaltados en varias ocasiones y les han robado las unidades.
La inseguridad en la ciudad de Durango les sigue "pegando" a los taxistas de la Alianza, señala Raúl Medina Samaniego, dirigente de este sindicato, quien asegura que por semana les roban entre tres o cuatro unidades sin que la autoridad preventiva haga nada.
Estos robos se siguen dando sobre todo en las colonias de la periferia como Dolores del Río, Las Palmas, Héctor Mayagoitia, entre otras, donde los choferes taxistas son asaltados, golpeados y después los despojan de la unidad.
"Todo quedara en lo material, el problema es que nuestra gente es golpeada y eso sí es delicado", señaló el dirigente de la Alianza.
Incluso, Medina Samaniego comentó que a raíz de estos robos y agresiones a los trabajadores del volante, no ha visto una respuesta de la autoridad competente, en este caso la Dirección Municipal de Seguridad Pública que es la que le toca prevenir estos delitos, aunque ya se ha expuesto el problema al titular, señala el dirigente de los trabajadores del volante, los asaltos no cesan.
Explicó que los choferes son asaltados, amagados, les roban el efectivo que traen, los golpean y son abandonados; como puede el trabajador del volante da aviso al sindicato, el cual inicia un operativo para rescatar la unidad; "logramos recuperar los vehículo varias veces, como dos horas después, pero ya sin llantas, sin radio, es decir, desvalijado", comentó.
Se presenta la denuncia por robo de vehículo "pero nos atoramos ahí por el Nuevo Sistema de Justicia Penal que no nos favorece y nos pone en estado de indefensión", agrega.
Por otro lado, Medina Samaniego comenta que han detectado un juego de placas que de forma sorpresiva se triplicó, es decir, con un solo juego estaban trabajando tres vehículos, lo que provoca una competencia desleal, pero permitida por las autoridades.
Desconoció si pudieran estar coludidas algunas de estas autoridades en este problema, lo cierto es que para que esto logre pasar es porque no existe un control interno y ahí intervienen varias servidores públicos que no están haciendo bien su trabajo y permiten que esto siga sucediendo.
El siglo de torreón