Mitt Romney se olvidó ayer de sus rivales republicanos al pedir a los votantes en Misuri que le ayuden a obtener la candidatura partidaria para enfrentar al presidente Barack Obama en noviembre. En un discurso ante 400 personas en San Luis, Romney dijo que el presidente está satisfecho con los elevados déficits y altos precios de los combustibles y reiteró sus promesas de reducir el gasto, crear empleos y reforzar las fuerzas armadas.
Romney no habló de sus rivales Newt Gingrich y Rick Santorum en su discurso de 15 minutos.
Optó por hacer campaña en Misuri, donde se realizan asambleas partidarias el sábado, en lugar de Alabama y Misisipi, donde se votaba ayer martes. Una victoria en cualquiera de estos dos estados lo consolidaría como el favorito para obtener la candidatura.
El exgobernador de Massachusetts dedicó la mayor parte del tiempo a entrevistas por radio y televisión. Romney dijo que esperaba obtener buenos resultados en Alabama y Mississippi. "Si las encuestas son precisas, tendremos creo que un tercio de los delegados" , dijo a los periodistas que viajan con él. "Y si es así, nos acercaremos un poco más al número mágico". La cerrada contienda en las primarias del martes le dan al exgobernador de Massachusetts una oportunidad clave en una región que ha tardado en apoyarlo. También podrían dar el veredicto final a la candidatura de Gingrich, que se ha basado en el sur del país.