El gol de la victoria fue obra del ecuatoriano Christian Benítez, al minuto 57. Con este resultado, el conjunto de Coapa, que no sacaba los tres puntos en casa, desde la fecha seis del Apertura 2011, llegó a 12 unidades. (Agencia Reforma)
Se desgañitó hasta que el héroe de la tarde volteó a verlo. Miguel Herrera necesitaba que Christian Benítez recibiera su felicitación. Se trataba de un compromiso moral con el hombre que le permitió conocer las mieles del triunfo como director técnico del América, en el Estadio Azteca.
El zurdazo del corcel de ébano bastó para superar al indeciso Pachuca (1-0). Cátedra de definición para los atacantes hidalguenses, tanque de oxígeno para unas Águilas que comenzaban a desesperar hasta a su entrenador.
Se fue al vestuario con una enorme sonrisa, aliviado, pero "El Piojo" volvió a pasarla mal en la zona técnica que él eligió. Dispuesto a sacudirse todos los males que han aquejado a su equipo en tiempos recientes, el carismático entrenador decidió que su equipo cambiara de banquillo para el Clausura 2012.
Ahora ven los partidos desde la caseta más cercana a la portería sur del Coloso de Santa Úrsula.
Distinta perspectiva, mismo sufrimiento. Enfundados en su uniforme azul (otra cábala), los locales perdieron la batalla en la trinchera. Jesús Molina y Juan Carlos Medina fueron derrotados por Segundo Castillo y Francisco Torres. Dominio estéril. Las cuatro veces que los Tuzos se plantaron frente al marco del portero crema Moisés Muñoz, definieron mal.
"El Chucho" les demostró cómo deben hacerlo cuando decidió desequilibrar la balanza por sí mismo.
Harto del nerviosismo del canterano Raúl Jiménez y la intermitencia de Christian Bermúdez, el potente goleador ecuatoriano se construyó un gol.
La ráfaga que salió de su pierna izquierda (56') coronó la jugada que combinó fuerza, habilidad, y gran determinación, esa que faltó a Jaimen Ayoví, Edy Brambila y Mauro Cejas.
Anotación con el sello distintivo de Benítez, auténtico ejemplo para quienes le acompañaban en la cancha.
Bálsamo para Herrera, quien por fin ganó en su nuevo hogar (un empate y una derrota). Revulsivo para terminar con la racha azulcrema de casi seis meses sin triunfar en el Azteca (tres igualadas y cuatro reveses). No lo hacía desde el 21 de agosto, cuando superó al Atlas 5-2.
El zurdazo también sirvió para fulminar le hegemonía del Pachuca sobre el América. Los Tuzos sumaban ocho enfrentamientos sin perder ante las Águilas (seis éxitos y un par de empates). No caían con los capitalinos desde el 20 de octubre de 2007, y en el Coloso de Santa Úrsula desde el 13 de septiembre de 2006. Su invicto en el actual certamen, también quedó hecho añicos.
Al igual que el ánimo de Efraín Flores, cuyo encendido suéter carmesí contrastó con la nula brillantez de sus delanteros. Los ingresos de Marco Bueno, Guillermo Franco y Félix Borja poco ayudaron. Sólo sirvieron para que la multitud desahogara sus frustraciones cuando "El Guille" apareció sobre el lienzo verde (74').
Amargo regreso del argentino naturalizado mexicano al Azteca. Como se preveía, la gente no le perdona su actuación con el Tricolor en la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.
Presente que contrasta con el de Miguel Herrera, quien salió sonriente, aunque no satisfecho. Las falencias del primer tiempo y las fallas de los minutos finales, cuando su equipo aprovechó los espacios dejados por un contrincante volcado en pos del empate, impidieron que su alegría fuera completa.
Aunque no tuvo el gozo de conocer al Azteca transformado en paraíso, "El Piojo" por fin salió de la cárcel con barrotes de oro, mientras que su América regresó a los puestos de Liguilla. Ironías del futbol mexicano, en lugar de uno de los odiados rivales, el Cruz Azul.
