El lagunero Marco Antonio Rubio volvió a fallar en su intento de proclamarse campeón mundial, al caer por decisión unánime tras 12 rounds ante el sinaloense Julio César Chávez Jr. (Fotos de Ramón Sotomayor/El Siglo de Torreón)
El lagunero Marco Antonio Rubio volvió a fallar en su intento de proclamarse campeón mundial, al caer por decisión unánime tras 12 rounds ante el sinaloense Julio César Chávez Jr., quien retuvo su cinturón medio del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), en el Alamodome de San Antonio, Texas.
Los jueces Glen Crocker (118-110), Duane Ford (116-112) y Jack Woodburn (115-113) vieron triunfador al campeón, quien nunca dejó acomodarse al retador, quien vio frustradas sus aspiraciones de quedarse con el título. La tarjeta de El Siglo de Torreón, apuntó 115-113 a favor del de Culiacán.
El éxito del triunfo de Chávez Jr., es que desde el primer campanazo, siempre fue con la cabeza por delante y abajo, impidiéndole al de Torreón, tener la distancia necesaria para poder hacer daño, además de utilizar su antebrazo y codo izquierdo, para alejar a su oponente.
La estrategia de Julio César, le permitió conectar sus letales ganchos al hígado, pero Rubio supo aguantar los ataques, aunque siempre se vio faltó de distancia, sin poder hacer daño, a excepción del round 11, cuando casi envía a la lona al “Hijo de la Leyenda”.
El primer round fue de estudio de ambos púgiles, aunque logró cerrar de mejor manera el lagunero, aunque el de Culiacán siempre fue más efectivo, sobre todo con su velocidad, que hizo merma en el radico en Ciudad Acuña, Coahuila.
Chávez Jr. siempre fue adelante, aunque cuando retrocedió, supo caminar en el cuadrilátero, evitando los puños de Rubio con pasos laterales, además que pelear en corto, le rindió frutos y los rounds necesarios para llevarse la victoria.
El reflejo de no poder quitarse la cabeza del sinaloense, fue evidente, ya que el “Veneno” dio dos golpes debajo del cinturón, que le costó la amonestación del réferi Guadalupe García, pero sin llegar a quitarle puntos.
En la recta final del choque, parecía que el lagunero sacaría a relucir la experiencia, pero le dejó la iniciativa y el temple al campeón, que se mostró efectivo a la hora de contragolpear y pudo nulificar a su adversario.
Los pleitos en la tribuna aparecieron, por lo que los ánimos se encendieron, aunque la pelea siguió con la misma tónica. Marco Antonio pudo haber noqueado, pero el Júnior supo aguantar las embestidas y amarrar, para lograr soportar el episodio.
En los números finales, el lagunero tiró un total de 962 golpes, pero solo pudo conectar 201 para un pobre 21 por ciento, mientras que el monarca lanzó 560 con 237 impactos y el 42 por ciento.
En los jabs, Chávez Jr. conectó apenas 28 de 131 para un 21 %, en tanto que Rubio 44 de 309 para un 14 %. En los golpes de poder, el sinaloense logró 209 de 429 para un alto 49 %, en tanto que el “Veneno” se fue con 157 de 653 para un 24 %.