De acuerdo a los planes de los grupos que desconocen el virtual triunfo de Enrique Peña Nieto, este 2012 será definitivamente peor que el 2006 en materia de protestas postelectorales.
El Plan Atenco lanzado por más de 300 organismos de izquierda, varios de ellos radicales, incluye marchas, plantones, tomas de edificios, protestas por todo el país y quien sabe cuántas acciones más con el objetivo de impedir que Peña Nieto rinda protesta como presidente.
Esta serie de medidas se sumarán al Plan de Defensa de la Democracia y de la Dignidad de México que está por anunciar Andrés Manuel López Obrador, quien al igual que en el 2006 ha decidido enfrentar --ahora "pacíficamente"-- lo que considera un fraude electoral para imponer al candidato presidencial del PRI.
Lo que arrancó como una protesta estudiantil, al parecer auténtica y espontánea para constituir el movimiento #YoSoy132, se transformó en un amasijo de organizaciones de largo historial en la lucha social mexicana. Tanto se complicó este asunto que los líderes universitarios del #YoSoy132 decidieron deslindarse por ahora del belicoso Plan Atenco.
La dirigencia del PRD que encabeza Jesús Zambrano se apresuró a declarar que su partido no está detrás de los acuerdos tomados en San Salvador Atenco, pero tampoco condenó sus futuras acciones como la toma de las instalaciones de Televisa en todo el país el próximo 27 de julio.
Se puede o no estar de acuerdo con el desempeño informativo de las televisoras, pero nadie tiene el derecho a paralizar a un medio de comunicación, vaya ni siquiera a intimidarlo con marchas y agresiones verbales.
En medio de este panorama enrarecido, en esta semana destaca la aprobación de la llamada reforma política que facilitará la transmisión de poderes el próximo primero de diciembre y que hace seis años estuvo a punto de provocar una crisis constitucional en México.
El presidente electo podrá en lo sucesivo rendir protesta ante el pleno del Congreso de la Unión o ante una de las comisiones legislativas. En el extremo caso de ser impedido de hacerlo ante los legisladores, tendrá facultades para protestar ante el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Sin duda esto desactiva la presión que pretenden generar los grupos inconformes y el propio AMLO, pero de seguro que los grupos protestantes buscarán nuevas opciones para poner en jaque la estabilidad del país. Lo que se busca a todas luces es invalidar la elección presidencial o cuando menos presionar para sentar al futuro gobierno a negociar con la izquierda mexicana.
La reforma política recién aprobada que promovió el líder del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, llega sin duda en un buen momento para México. Incluye las candidaturas independientes y otros avances en materia política y electoral, aunque dejó pendientes la segunda vuelta en comicios presidenciales así como la debatida reelección para alcaldes y legisladores.
Por ahora lo más importante será desactivar las acciones radicales del Plan Atenco que de llevarse a cabo convertirán a México en un polvorín. Desgraciadamente hay miles de mexicanos dispuestos a cualquier cosa con tal de obtener sustento para sobrevivir y si a ello agregamos la violencia del crimen organizado, pues ya se imaginará usted el ambiente que podría privar de aquí al primero de diciembre. Las rebeliones del Medio Oriente se quedarán cortas.
Al final del día se repite la película de comicios anteriores. Con todo y el enorme costo y esfuerzo invertidos en el sistema electoral mexicano se cometen abusos, irregularidades y delitos que no se castigan en su momento y que promueven impunidad, desconfianza y desazón. ¿Hasta cuándo?
¡QUÉ PENA!
Vaya semana vergonzosa para México: en Estados Unidos descubren a través de un comité del Senado que el banco HSBC lavó dinero del narco y aquí nadie se había enterado. En enero, empleados y proveedores de Pronósticos para la Asistencia Pública se coludieron para quedarse con un premio de Melate de 160 millones de pesos, los hechos apenas trascendieron gracias a una denuncia periodística. Y para rematar varias jóvenes fueron abusadas sexualmente por una turba de sujetos, entre ellos dos policías, quienes irrumpieron durante un retiro espiritual en un paraje del Estado de México. ¿Es éste el país que hemos construido para nuestros hijos y nietos? ¿En dónde quedó la moral y decencia que alguna vez imperó en México?
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