En julio pasado protagonizaron una escena que indignó a la sociedad, pero Miguel Moisés Sacal y el hombre al que propinó una golpiza, Hugo Enrique Vera, se han perdonado, quedaron incluso como amigos y se espera que a más tardar en dos semanas el empresario recupere su libertad.
Este viernes fue la última de las diligencias en el juicio por lesiones agravadas contra Sacal, y con ello, el juez 50 Penal, José Eligio Rodríguez Alba, está en condiciones de dictar sentencia en una o dos semanas, según estimaciones de la defensa que espera que el delito se retipifique como no grave para que salga del Reclusorio Oriente.
Sin embargo, el 29 de febrero, en la audiencia en que fueron careadas las partes, aprovecharon para "quedar como amigos".
Ese día, Hugo Enrique Vera le dijo "que estaba totalmente satisfecho, que le agradecía todas las atenciones que había tenido para con él, que nuevamente le otorgaba su perdón y que no había ningún rencor de parte de él", hizo saber Adriana Vargas, abogada de Sacal.
El empresario le indicó "que quedaba a sus órdenes, que lo que se le ofreciera, muy independiente de este asunto, que estaba a sus órdenes".
La abogada hizo saber que la víctima nunca perdió ninguna pieza dental, sino que el Semefo hizo una hipótesis con base en análisis de fotografías y no de la víctima en persona, que se quedaría "chimuelo", cosa que no sucedió.