Queremos trabajo. Italianos, griegos, franceses, españoles, portugueses y en general la clase media y baja, en Europa, reclaman y rechazan los planes de austeridad que han emprendido sus gobiernos. Todos demandan empleos.
Trabajadores de la Unión Europea se unieron ayer miércoles en una protesta global contra el desempleo y las políticas de recortes en una jornada de manifestaciones y huelgas que barrieron el continente y concluyeron con violentos enfrentamientos en España.
Las marchas más multitudinarias se realizaron en el sur de Europa, mientras que los países del norte como Dinamarca y Alemania, cuya situación económica es mucho más holgada, apenas registraron mínimas concentraciones.
España se convirtió en protagonista con la convocatoria de la segunda huelga general contra el gobierno conservador en menos de un año.
En Madrid, y tras la gran manifestación que cerraba el paro, grupos antisistema chocaron violentamente con la Policía cuando intentaban derribar las vallas de acceso al Congreso de los Diputados.
También hubo incidentes en Barcelona, con enfrentamientos entre algunos manifestantes y agentes antidisturbios, que dispararon balas de goma para dispersar la protesta.
La jornada se saldó con más de 120 detenidos en todo el país, 40 de ellos en Madrid, y unos 80 heridos leves.
La imagen de los enfrentamientos, con varios contenedores ardiendo, calles cortadas y abundante destrozo de mobiliario urbano, empañó una huelga que discurrió con normalidad y que al igual que en el paro del 29 de marzo tuvo un seguimiento muy desigual.
AMANECEN PARALIZADOS
Sectores industriales como plantas automovilísticas amanecieron paralizados, mientras que la incidencia en el transporte fue alta en ciudades como Madrid o Barcelona y baja en otras capitales. La huelga fue casi imperceptible en servicios y comercios, que optaron mayoritariamente por abrir sus puertas.
Los sindicatos convocantes de izquierda cifraron en 76% el seguimiento medio de los trabajadores, mientras que el gobierno consideró escaso su impacto. El termómetro más objetivo que suele usarse en estos casos indicó un descenso de 12% en el consumo eléctrico con respecto al gasto de una jornada laborable normal, según Red Eléctrica Española.
Se trata de un descenso menor en relación al 16% del 29 de marzo y muy inferior si se compara con las huelgas de 2010 y 2002.
"No hay más remedio que insistir", dijo Francisco Blanco, un jubilado de 67 años, sobre los escasos resultados que están teniendo los paros. "Las huelgas no surten efecto, porque falta mucha gente en la calle. Falta esa clase media a la que también afectan los recortes, les sube el metro, la luz, el gas y los medicamentos", se quejó.
España soporta un desempleo de 25% y los sindicatos insisten en que el gobierno debería convocar un referéndum sobre las políticas de recortes, que han incluido drásticos tijeretazos al gasto público en áreas como sanidad y educación y fuertes subidas de impuestos.
"Por supuesto que es una huelga política contra las políticas suicidas y antisociales del gobierno", admitió Ignacio Fernández Toxo, secretario general de Comisiones Obreras.
'LA HUELGA NO ES EL CAMINO'
El ministro de Economía, Luis de Guindos, consideró que la huelga "no es el camino para reducir la incertidumbre que nos afecta".
"Estamos en una crisis larga, que ha generado sacrificios e incertidumbres a la sociedad española. Sin embargo, el gobierno está convencido de que el camino iniciado es la única salida posible para salir de la crisis, dejar atrás el desempleo y garantizar el futuro del estado de bienestar", afirmó De Guindos en el Parlamento.
ACOMPAÑAMIENTO
Los trabajadores de Portugal, Italia, Bélgica y Grecia acompañaron a los españoles en la jornada de protesta con marchas y paros parciales en algunos sectores.
La crisis de deuda soberana que afecta a los 17 países que comparten al euro desde hace tres años ha provocado una ola de recortes y subas de impuestos que han golpeado el estado de bienestar europeo.
La tasa de desempleo de la eurozona es de 11.6%, llegando a casos extremos de 25% en España y Grecia.
"Hay una emergencia en los países del sur", advirtió Bernadette Segol, secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos. "Todo el mundo reconoce que las políticas de austeridad son injustas y no han dado resultado", añadió.
También hubo concentraciones, aunque menores, en países del norte como Alemania, que hasta el momento han capeado la crisis con solvencia y siguen creciendo económicamente.
"De momento sólo hay unas manifestaciones simbólicas en Alemania, porque aquí logramos sortear la crisis", dijo Michael Sommer, responsable de la mayor federación sindical del país.
Europa tiene una larga tradición sindical que se considera decisiva en el mantenimiento de una seguridad social universal, los subsidios por desempleo y las pensiones.
'Espero más ayuda de México'
El jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, confía en que el próximo gobierno de México otorgue más contratos a empresas de su país, solicitud que ya planteó al presidente electo Enrique Peña Nieto.
En entrevista, Rajoy expresa su esperanza de que Petróleos Mexicanos firme más contratos con empresas españolas.
"Se lo pedí a Peña Nieto igual que se lo pedí antes al presidente Calderón y estamos muy contentos de las primeras decisiones que han tomado", afirmó.
Hace unas semanas Pemex dio a conocer que astilleros de Galicia construirán embarcaciones para renovar su flota.
"Pemex está renovando su flota y nosotros tenemos unos astilleros muy capaces, muy preparados, que hacen muy bien las cosas y que necesitan carga de trabajo. Ojalá que la petrolera firme más contratos", señaló.
Respecto al combate a grupos del crimen organizado que emprendió el gobierno del presidente Felipe Calderón, considera que es una decisión difícil de tomar y asegura que el mandatario "ha sido muy valiente"."No sé si esa lucha le ha hecho perder las elecciones, lo único que puedo decir es que ha sido un extraordinario presidente", destacó. Acerca de la crisis económica que vive España, Rajoy señala que entiende el malestar popular. "No vivo de espaldas a la realidad", asegura.
"Esto es como una familia que ha gastado mucho y ahora no tiene dinero". Promete que cuando mejore la situación bajarán los impuestos.