Impresiona. Salma lució dos diseños diferentes.
En el marco del Festival Internacional de Cine de Berlín, el director español Álex de la Iglesia, quien ayer presentó el filme La Chispa de la Vida, dijo que al trabajar con Salma Hayek cumple uno de sus sueños.
La presencia de la actriz mexicana y su reticencia a la hora de conceder entrevistas, añadió algo de intriga y cargó la conferencia de prensa de la tarde de expectativas de ayer. No concedió ninguna entrevista a medios mexicanos.
La multitud de fotógrafos en la sala de prensa fue la típica señal de las grandes ocasiones. Hayek apareció con un vestido clásico azul-violeta, de mangas largas y divirtió a los concurrentes con algunos chistes.
La actriz mexicana se consagró en el cine justamente en el festival de Berlín con la película Callejón de los Milagros en 1995. Desde entonces su éxito se ha disparado convirtiéndola en una de las actrices más requeridas.
Así lo confirmó el director de la película Álex de la Iglesia: "Cuando haces un filme quieres que tus personajes sean interpretados por los mejores actores. Para mí era un sueño trabajar con Salma y el sueño se ha cumplido", aseguró.
"La conocí cuando rodaba Perdita Durango, y desde entonces quise trabajar con ella", añadió el director, quien con su más reciente película Balada Triste de Trompeta ganó el premio para la Mejor Dirección en el Festival de Venecia 2010.
"Es una de las mejores actrices que conozco", insistió De la Iglesia sentado al lado de Hayek.
La actriz aseguró que fue "un honor" trabajar con él porque De la Iglesia supo mejorarla como actriz, y añadió, "vi cómo el personaje durante la trayectoria del rodaje lo lleva a uno a lugares que no podías imaginar al leerlo en el papel". "¡Qué va, que esto lo hizo ella!", replicó el director español.
La película relata la historia de Roberto (José Mota), un publicista que alcanzó el éxito cuando se le ocurrió un famoso eslogan para la publicidad de una importante compañía refresquera y que es precisamente "La Chispa de la Vida".
Es sin embargo, al comienzo de la película, un hombre desesperado, que intentando recordar los días felices visita el hotel donde pasó la luna de miel con su mujer (Hayek) cuando las cosas todavía le iban bien.
En lugar del hotel encuentra un museo construido alrededor del teatro romano de la ciudad. Mientras pasea por las ruinas ocurre un accidente por el que se le clava un hierro en la cabeza dejándolo paralizado, y a partir de este momento se convierte en el foco de atención de los medios de comunicación.
La película se abre con un primer plano de Salma Hayek, quien aseguró en reunión con los medios que "la cosa más complicada fue entender mi lugar en esta obra de actores maravillosa. Porque hay tanto que sucede en este circo que es difícil entender lo que te está pasando sin que te arrastren en otra dirección".
Y es que el cine de De La Iglesia se nutre precisamente de estos ingredientes: tragedias grotescas, amargas y dulces a la vez, tratadas con humor y que siempre implican una crítica a la sociedad.