Los estados de cuenta bancarios reducen la carga administrativa de los contribuyentes, pues funcionan como comprobantes fiscales cuando el pago se realiza con tarjeta bancaria, sin necesidad de solicitar factura impresa.
Además, pueden utilizarse como comprobantes fiscales para deducir o acreditar, pues ahora es válido presentar el estado de cuenta bancario para comprobar la adquisición de bienes y/o servicios, con un límite de hasta 50 mil pesos por transacción.
Así, estas disposiciones -vigentes desde este año a partir de cambios al Código Fiscal de la Federación y reglas misceláneas relacionadas-, simplifican la vida de los contribuyentes para cumplir con sus obligaciones fiscales.
Los estados de cuenta son los resúmenes que los usuarios de la banca reciben a finales de cada mes en su domicilio, ya sea en papel o en línea, con los movimientos realizados en el periodo fijado para la tarjeta de crédito o débito.
Una de estas medidas, publicada en abril pasado, descarta a la factura impresa como comprobante de gastos cuando se paga con tarjeta bancaria, siempre y cuando el plástico esté asociado al RFC del contribuyente y que la transacción sea menor a 50 mil pesos.
Para la comprobación del gasto bastará con el estado de cuenta bancario, así que el contribuyente no requerirá una factura, ni de papel o electrónica, con lo que evita la incomodidad de capturar los datos fiscales en cada transacción.