Como hemos venido acostumbrando, comenzamos con una decisión que deben tomar ustedes, amables lectores, haciéndole al umpire. En esta ocasión tenemos una situación quizá demasiado rara, pero como el beisbol es impredecible, puede darse en cualquier juego. SITUACIÓN: Hay dos strikes y un corredor en tercera base. El bateador abanica el lanzamiento, quedando lejos de hacer contacto con la pelota. La esférica topa en la mascota del catcher y se clava en la careta del umpire. ¿El corredor anota? ¿Es ponche? ¿Se repite el lanzamiento? La respuesta, al final de la columna.
Como si fuera poco el castigo que han recibido los aficionados al Vaqueros Laguna, con prácticamente la totalidad de la temporada viviendo en el frío sótano de la Zona Norte, ahora parece que al equipo naranja le llueve sobre mojado, al verse obligados a ceder a su cuarto bat, el estadounidense John Lindsey, quien emigró a Toledo Mud Hens, sucursal Triple A de los Tigres de Detroit. "Big John" buscará tener un buen desempeño en el equipo que milita en la Liga Internacional, para que Jim Leyland lo pueda considerar a ascender al equipo de Ligas Mayores.
Lindsey, nacido en 1977, será de los más veteranos en el equipo Triple A, por lo que quizá este es uno de sus últimos trenes, si no es que el último, para buscar regresar a la gran carpa, en la que ciertamente ya se "tomó una tacita de café", pero lo hizo de manera acelerada, ya que apenas pudo tomar 12 turnos, jugando para los Dodgers en la temporada 2010, antes de que un lanzamiento en recta le quebrara la mano. Así que en cuanto le llegó la oferta para regresar a su país, no lo dudó ni un momento para firmar, y, la verdad, no podemos culparlo. Ojalá le vaya bien.
Lindsey es el segundo vaquero que se va esta temporada a una sucursal en Estados Unidos. El primero fue el pitcher Claudio Vargas, quien no ha sido ascendido por los Cerveceros de Milwaukee, sigue lanzando con los Sounds de Nashville. El martes tuvo una apertura de 6 entradas para 9 hits, 5 carreras limpias, 2 bases, 3 ponches y 2 cuadrangulares. Su efectividad anda en los 4.83. Si no tienen el éxito que les deseamos, porque así es el beisbol en ocasiones, regresarían a Vaqueros para la próxima temporada.
En la oficina de los Broncos de Reynosa las cosas marchan mal. Ya no los apoya como antes el Gobierno del Estado, y el "Peque" Valdez y casi todos los jugadores, tienen ya alguna quincena sin poder cobrar su sueldo. Vaqueros Laguna se ha pronunciado muchas veces a favor de hacerse de los servicios del relevista torreonense Alan Guerrero, bueno, pues esta parece la situación ideal. Con esos problemas económicos, los Broncos ya accedieron a venderlo, pero claro, no lo van a regalar. Vaqueros debe pujar por esa contratación, lleva manga de que Alan quiere jugar en su casa, pero no tardan en meter las manos otros equipos, pues "el oso" ha entregado buenos números a lo largo de su carrera.
Si en verdad lo quieren vestido de naranja, pues adelante, a dar ya el dinero que se necesite. No se debería escatimar, cuando llevas años buscando a un pelotero que no te querían vender. Aquí soy yo el que está jugando a hacerle al gerente. Creo que vale la pena el esfuerzo, porque se trata de un pelotero local, que da identidad, y porque ya te ahorra una plaza de extranjero en el bullpen. Que quede claro, no estoy diciendo que ya se debe tirar a la basura la presente temporada, todavía restan muchos juegos, y hay que pelearlos todos.
RESPUESTA: La bola está muerta desde el momento que se incrusta en la careta del umpire. Por lo tanto, el bateador y los demás corredores avanzan una base. En conclusión el corredor de tercera, anota, con una alta dosis de suerte. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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