Siria se abstuvo de participar en la sesión del Comité de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra la Tortura, donde debía presentar un informe ante denuncias sobre el empleo generalizado de la tortura en ese país.
En la cita se revisaría un informe especial pedido a Siria en noviembre pasado ante las severas denuncias recibidas por la ONU sobre el empleo de la tortura contra manifestantes, periodistas, activistas y opositores del gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Los lugares dispuestos para los miembros de la delegación siria se quedaron vacíos y ninguna persona perteneciente al gobierno acudió a la sesión.
Tampoco se envió el informe solicitado, alegando que el llamado a la sesión del Comité contra la Tortura (CAT, por sus siglas en inglés) está basado en denuncias a las que se da crédito desde el Comité por lo que "Siria cree que el CAT ya tiene una opinión formada basada en información incorrecta y fabricada".
Los miembros del Comité lamentaron profundamente la ausencia del gobierno de Siria, ya que consideraron que hubiera sido favorable recibir el informe especial y establecer un diálogo con representantes del gobierno de ese país.
El presidente del CAT, el chileno Claudio Grossman, subrayó que de acuerdo con el artículo 19 de la Convención se autoriza que el organismo solicite información especial a un país cuando lo considere pertinente y enfatizó que ésta no es la primera vez que el CAT lo hace.
Grossman lamentó esta especie de "patrón de incumplimiento" que sigue el gobierno de Siria, en el que se niega a cooperar con mecanismos y órganos especiales de la ONU.
Recordó que este incumplimiento ocurrió varias ocasiones con los miembros de la Comisión de Investigación designada por el Consejo de Derechos Humanos a quienes se les negó la entrada a Siria.
Grossman calificó la ausencia de Siria y de su informe especial sobre tortura como "lamentable".
Especialmente, dijo, porque se tienen reportes confiables sobre "una aplicación extendida y sistemática de la tortura, lo que en varias ocasiones al parecer forma parte de una política de Estado, lo que implica una responsabilidad penal".
El presidente del CAT aclaró que a pesar de la ausencia de Siria y la falta de información proporcionada por ese gobierno, ésto no va a evitar que el Comité prosiga con su función.
