Ramón García era un niño cuando llevaba 'el lonche' a su abuelo y a su papá al trabajo. Se le permitía el ingreso a la fábrica y aprovechaba la corta visita para aprender un poco de lo que aquí se hacía. Cuando tuvo la edad suficiente, fue el primer lugar a donde quiso buscar empleo.
"Era una tradición en la familia, ahí trabajó mi abuelo, mi padre", comentó. Aún recuerda que fue el 13 de julio de 1972 cuando se presentó a su primer día de trabajo, a los 19 años. Era suplente, peón, luego le dieron la planta como ayudante de carpintero y de ahí ascendió a oficial del Departamento de Carga. Este año cumpliría 40 de laborar en La Estrella.
"Es toda una vida, toda una juventud, la historia de mis hijos, ingresé soltero, aquí me casé, mi esposa ya descansa en paz, entregué mi vida totalmente, pero había muchas satisfacciones", explicó.
Los obreros recuerdan con cariño a los anteriores dueños, quienes les permitían libertades como el ingreso de los hijos durante la comida, una tradición que terminó con la nueva administración. También dejaron de recibir utilidades y las medidas de seguridad e higiene fueron cada vez más estrictas.
TRADICIÓN
La fábrica textil La Estrella fue fundada en 1857 y quedó constituida legalmente como Compañía Industrial de Parras en 1899.
En 2011, lo que originalmente sería una revisión salarial, terminó siendo una huelga que se ha prolongado por casi 10 meses. Los representantes de la compañía, que cumpliría 155 años en 2012, aseguraron que ya no hay marcha atrás en el cierre y en la actualidad sólo falta definir cómo se liquidará a los trabajadores.
El pago que pretende hacer la empresa difiere mucho de lo establecido por la Ley debido a la declaración de quiebra. Por ejemplo, un oficial con 28 años de antigüedad tendría derecho a 202 mil 201 pesos de acuerdo a la Ley, pero con la quiebra, serían sólo 68 mil 21 pesos.
En las puertas del edificio, los obreros mantienen guardias día y noche. Les acompañan mantas negras y rojas, cartulinas que piden "justicia" para 400 personas que se quedaron sin trabajo desde hace casi 300 días, pero que permanecen unidos y aseguran, así seguirán.
'LA VAN PASANDO'
"Aquí estamos, al pie del cañón", dijo Eduardo Rivera Mejía, oficial de calidad con 36 años en la planta, quien aguarda junto a otros cinco compañeros en una sombra improvisada con mantas. Durante el tiempo en que no han recibido ningún salario han buscado sobrevivir haciendo prácticamente "lo que salga".
"Ahí la vamos pasando, poco a poco", comentó.
Para Eduardo, La Estrella es, más allá de la fábrica, un motor para la economía de la ciudad, por lo que el deseo de los trabajadores es que siga operando, pero ante el último aviso de la empresa, sólo esperan que se les liquide conforme a la Ley.
En la acerca de enfrente, hay exempleados que cosen elotes y los venden a ocho pesos, otros venden frutas y verduras en los cruceros, algunos recolectan basura, lo importante es trabajar.
LES CAMBIA LA VIDA
Miguel Ángel Durón, revisor oficial con 12 años de planta, trabajaba de 11 de la noche a 7 de la mañana. Participaba en los torneos interiores de futbol que había dentro de la empresa, reuniones en los estanques, recuerda que el ambiente en la oficina era de camaradería.
"Nos cambió radicalmente todo", expuso. Su hija ya tenía su lugar asegurado en la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), en Saltillo, pero le fue imposible seguir estudiando allá y tuvo que regresar a Parras, donde ingresó a la Universidad Tecnológica de Coahuila, donde las autoridades educativas están condonando las colegiaturas a los extrabajadores de La Estrella, en lo que se resuelve la situación.
"Le truncan los sueños a la juventud, uno como padre quiere sacar adelante a sus hijos y con esto no se puede, nosotros no nos hemos negado a trabajar pero no nos quisieron respetar el contrato", comentó.
El aumento que pedían los trabajadores era de un 3.8 por ciento para continuar con sus actividades normales pero la directiva les sorprendió con la renovación total del contrato a uno que poco les beneficiaba.
Miguel Ángel ganaba alrededor de mil 780 pesos en la fábrica, que se reduciría a mil 170 con el nuevo contrato. Su ganancia hoy es de 400 pesos por semana aproximadamente, para "medio comer", pues se alió con otros siete exobreros para vender fruta y verdura en los cruceros por la mañana, y en las tardes, la ofrecen en recorridos por las colonias.
"Nos lastima a todos, a las familias, es algo muy desgastante psicológicamente, son pleitos todos los días", comentó.
"Las liquidaciones no son negociables, sólo queremos que se nos pague conforme a Derecho", indicó, "nosotros le vamos a aguantar hasta donde tope".
EL PROCESO
La huelga estalló el 6 de julio de 2011. La planta tenía 320 obreros y 86 empleados eventuales, además de 100 de confianza, que ya fueron liquidados.
Felipe Ramírez, oficial tejedor con 38 años de antigüedad, resumió el proceso desde que dejaron de trabajar a la fecha: "desesperante, ha sido desesperante". Muchos de los obreros han tenido que sacar a sus hijos de las escuelas porque simplemente los recursos económicos ya no son suficientes para la educación.
Por Ley, a Felipe le corresponderían 279 mil pesos de liquidación, mientras que por el total de su finiquito, la empresa le ofrece 86 mil pesos, que significa alrededor de un tercio de lo que el trabajador recibiría si no se permite la declaratoria de quiebra para la compañía, que estaba operando al 100 por ciento cuando estalló la huelga.
Según cifras del sindicato, de 640 plantas que tenía el Grupo Parras, ahora son sólo 325, pues fueron eliminando el resto y se les cargó más el trabajo.
Este lunes se cumplen 293 días de la huelga. Los trabajadores los cuentan en un calendario en las oficinas del Sindicato "Obreros Progresistas de La Estrella" (SOPE), donde anotan también los nombres de las personas que ya se habrían jubilado, de continuar operando la fábrica.
LEY DE QUIEBRA
Reynaldo Aguilera López, dirigente del SOPE, dijo que no procede la Ley de quiebra para la liquidación de los empleados de La Estrella porque cuando se fueron a huelga la compañía estaba laborando.
"La huelga detiene todo proceso en contra de los trabajadores", indicó.
En Monterrey, José Antonio Rivero Larrea, presidente del consejo de administración de la empresa, obtuvo el fallo a favor por parte de un juez, pero la Junta de Conciliación y Arbitraje la detuvo, pues el artículo 902 de la Ley Federal señala que cualquier acción que se quiera interponer en contra de los trabajadores en el momento de huelga no procede.
"La diferencia en la liquidación es enorme, si el patrón ya no quiere abrir, que nos cierre, pero nosotros vamos a buscar la liquidación constitucional, esto no es de negociación", explicó Aguilera, "nuestro temor es que, por el lado de las influencias, nos quieran quitar lo que tenemos ganado, pero vamos a defender esa liquidación a toda costa, aquí pierde mucho la empresa, pero pierden más las familias de Parras porque él tiene otras empresas".
Los sindicalizados denunciaron esta problemática ante la Comisión de Derechos Humanos, ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, y en la Secretaría del Trabajo, en la Ciudad de México.
"Estamos dispuestos a ceder parte del contrato colectivo de trabajo pero el dueño no lo aceptó", dijo el secretario sindical. Señaló que algunos obreros han buscado otro empleo pero les ha frenado que no están dados de baja en el Seguro Social.
"Nos da tristeza que una empresa así se cierre, fue una tradición, no sólo en Parras, en todo México, somos hasta la tercera generación que ha laborado aquí", expresó.
SE APAGA
Los representantes de la fábrica han dicho que ya no hay marcha atrás y que el cierre es inminente: La Estrella no volverá a operar en Parras. Ahora sólo falta determinar la forma en que se liquidará a los obreros.
"Uno estaba con la ilusión de salir a pensión, con la cabeza en alto, con la frente en alto, de despedirse de la fábrica con cariño", dijo Ramón García, "hubiéramos querido terminar trabajando, pero la directiva no se prestó, nos cambió toda la jugada, ya sólo queremos lo que es nuestro derecho, llegar a la pensión, que ya tiene uno ganada, aquí entregamos todo, ya nada va a ser lo mismo".
La planta que operaba día y noche, donde siempre había ruido, donde las luces permanecían prendidas, donde había trabajadores entrando y saliendo, ahora está callada, apagada y vacía.
'Negativa de obreros'
No fue posible localizar al titular de la empresa, José Antonio Rivero Larrea, sin embargo, fuentes en la compañía señalaron que el cese de la planta laboral se deriva de la negativa de parte de los obreros de modernizar el contrato colectivo, la difícil situación por la que atraviesa la industria textil mundial y la falta de apoyo por parte de las autoridades.
La empresa consideró que el contrato actual es obsoleto y esto hace que la mano de obra en los productos que se manufacturan en La Estrella sean más caros que los productos de la competencia.
El año pasado, al anunciar el cierre definitivo de La Estrella, Rivero Larrea dijo que "a lo largo de esta huelga se presentaron varias propuestas, ingeniadas para reducir el costo de mano de obra y hacer a los trabajadores más productivos y eficientes, pero se toparon con una cerrazón total y una desidia de buscar el cómo negociar".
Liquidación
La diferencia:
⇒ Según la Ley, un oficial con 28 años de antigüedad tendría derecho a 202 mil 201 pesos de liquidación.
⇒ Si la empresa obtiene la declaratoria de quiebra, le corresponderían sólo 68 mil 21 pesos.
Al pie del cañón. Hoy lunes se cumplen 293 días de la huelga en la Compañía Industrial de Parras, donde los extrabajadores mantienen guardias y esperan por su liquidación.
