Llegaron a los golpes.
La victoria sobre Diablos Rojos tuvo esta vez un particular sabor a revancha, a elegante desagravio. Ayer, en el Foro Sol, Tigres de Quintana Roo se impuso a la novena escarlata -por pizarra 14-5-, y le sacó la serie durante un encuentro encendido en el que, impotente frente a la escandalosa desventaja, el relevista Federico Castañeda le tiró una recta al cuerpo al jardinero Willie Romero, detonador de una encendida batalla campal en el diamante. El encuentro dominical arrancó mal para el club escarlata; hacia la segunda entrada.