Con la victoria, el cuadro londinense llegó a 32 unidades para escalar a la tercera posición de la general, está a 11 puntos del líder Manchester United, pero tiene un partido menos. EFE
Con escandalosa goleada, Chelsea dio un golpe de autoridad en la Premier League, al imponerse 8-0 al Aston Villa y confirmarse en puestos de Champions League.
Con la victoria, el cuadro londinense llegó a 32 unidades para escalar a la tercera posición de la general, está a 11 puntos del líder Manchester United, pero tiene un partido menos. Aston Villa, por su parte, se quedó con 18 unidades en el lugar 16.
Sin duda, este resultado le hacía falta a la afición que se dio cita esta tarde en Stamford Bridge, puesto que en días pasados tuvo que ver cómo a su club se les escapaba el título de la Liga de Campeones de Europa, al caer en la fase de grupos, y el Mundial de Clubes, donde se proclamó subcampeón.
Los “blues” no tardaron en abrir el marcador, el español Fernando Torres perforó las redes apenas a los tres minutos, para mantenerse a la ofensiva y dejar sentenciado el choque en la primera mitad.
Así fue, el brasileño David Luiz marcó el segundo al minuto 29 y el serbio Branislav Ivanovic incrementó la ventaja al 34, para algarabía de la afición que no dejó de apoyar a su equipo.
En la segunda mitad, Frank Lampard no se quedó atrás y festejó con un gol sus 500 partidos en la Premier, el cuarto para el conjunto local en este antepenúltimo compromiso del año.
Los “villanos” no supieron darle la vuelta a la situación y ante los constantes embistes, se perdieron en la cancha para desaparecer y dejar que su rival continuara con la fiesta, así, el brasileño Ramires Santos do Nascimento anotó al minuto 75.
La gente entonó diversos cánticos y seguía empujando a los suyos, por lo que el también “amazónico” Oscar Dos Santos transformó el sexto de la tarde desde los 11 pasos (79) y el belga Eden Hazard el séptimo al minuto 83.
No conformes, los pupilos del español Rafa Benítez continuaron dominando a placer y en la recta final, Ramires firmó su doblete y el octavo y último tanto “blue”, para que el equipo repitiera su máxima goleada en el torneo local conseguida en mayo de 2010 sobre Wigan.