El presidente de la Asociación de Agentes Aduanales de San Diego, Gerardo Chávez, se declaró culpable de importar productos de China, declarar que iban en tránsito a otros países, pero almacenarlos en distintas bodegas en California.
La procuraduría federal informó este jueves que Chávez aceptó haber defraudado al fisco por unos 100 millones de dólares tanto en operaciones personales, como de cómplices suyos a quienes dirigió.
El dirigente aduanal "compraba cantidades al por mayor por ejemplo de ropa hecha en China y cigarrillos fabricados en India para ser importados por el puerto de Long Beach, California", informó la fiscalía.
Antes de que los productos fueran desembarcados, empleados y cómplices de Chávez elaboraban documentos en los que informaban a las autoridades federales que los embarques ingresaban a Estados Unidos en tránsito hacia México y otros países, agregó la procuraduría.
Al informar que su ingreso al país era transitorio, las importaciones no pagaban impuestos, pues sólo pasarían por territorio estadunidense con base en acuerdos comerciales internacionales.
Chávez y un operador suyo identificado como Carlos Medina ordenaban llevar los cargamentos del puerto en camiones a distintas bodegas del sur de California.
Chávez habría causado pérdidas tributarias por millones de dólares, informó la procuraduría.
El presidente de los agentes aduanales enfrenta una potencial sentencia de 27 años de prisión y su cómplice, Medina, una de cinco años. Ambos deberán pagar además multas millonarias.