La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se deslindó de la desagradable situación que vivieron los familiares de las 16 personas que murieron el sábado, en un accidente vehicular en la carretera Matamoros-Viesca, cuando la funeraria presentó los féretros con los cuerpos en precarias condiciones.
Fernando Olivas Jurado, delegado de la PGJE en la Región Laguna 1, explicó que el deber de la funeraria San Antonio, contratada por los deudos, era vestir a los occisos y arreglarlos según la petición de sus familiares.
"Nosotros realizamos un trabajo exhaustivo desde el ingreso de los cadáveres al anfiteatro, tuvimos la participación de cuatro médicos legistas, cuatro prosectores, seis peritos y dos ministerios públicos", señaló el funcionario.
Como se informó en este medio de comunicación, los familiares de los occisos se molestaron al descubrir que las identificaciones de los cuerpos estaban cambiadas; Olivas Jurado explicó que todos los cuerpos no identificados que ingresan al Semefo se enumeran y una vez que los reconocen se escribe el nombre en la tarjeta del número, es por ello, que sí los cuerpos iban cambiados fue por negligencia de la misma funeraria.
Desde el ingreso de los cuerpos al anfiteatro, autoridades forenses comenzaron con las necropsias para darle celeridad a la entrega de los mismos.
"Yo, personalmente, estuve en el Semefo y a la 1:00 de la tarde del domingo, se entregó el último cuerpo a la funeraria", comentó.
También dijo que los cadáveres son sometidos a un proceso de embalsamamiento con la finalidad de preservarlos hasta que pase la sepultura.
Dijo, además que la dependencia estará al servicio de los familiares de los occisos en caso de que deseen iniciar con un proceso legal en contra de la funeraria contratada
Empleados de la funeraria trataban de acomodar los féretros que transportaban amontonados.
