La relación entre los que fueran marido y mujer hace menos de un año es muy distante.
La estrella se ocultó bajo la mesa de un restaurante cuando vio entrar a su exmarido, tras lo que abandonó el lugar rápidamente con su novio, John Mayer.
Lo que empezó siendo un almuerzo romántico con su novio estuvo a punto de convertirse en una situación verdaderamente incómoda para Katy Perry cuando apareció su exmarido, el actor Russell Brand, por la puerta del restaurante Polo Lounge, en Beverly Hills. La cantante se escondió inmediatamente bajo la mesa para que no la viera y se levantó cuando perdió de vista a Russell. Segundos después, ella y su pareja, John Mayer, abandonaron rápidamente el local, de manera que el posible incidente se quedó en mera anécdota.
"Nada más entró Russell, Katy se escondió bajo la mesa. Cuando vio que lo llevaban a otra parte del restaurante, salió de nuevo. John dejó dinero encima de la mesa y se dirigieron hacia la puerta trasera, donde les esperaba el coche. Russell no se enteró de nada, pero todo el mundo en el restaurante pudo ver lo que estaba sucediendo", aseguró una fuente al periódico The Sun.
Las relaciones entre los que fueran marido y mujer hace menos de un año son muy distantes, tal y como también demostró el hecho de que no se dirigieran la palabra en el primer partido de la temporada de Los Angeles Lakers, que ambos presenciaron sentados en asientos opuestos de la zona VIP del estadio.
Días después de este frío encuentro, el actor inglés hizo un esfuerzo para aproximarse a su exmujer en su primer cumpleaños tras el divorcio, por lo que le regaló a Katy unas esposas de oro, además de una esterilla para meditar hecha a mano.
"Aunque hayan roto, Russell quería enviarle algo a Katy. Pensó que era bonito que supiera que se acordaba de ella", contó el informante.
También la que fuera suegra de Katy durante un año, Barbara, quiso felicitar a la cantante por su 28 cumpleaños enviándole flores y una tarjeta a su casa de Los Ángeles.
