Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

Se gana la vida con 'Karol'

POR NECESIDAD Y CON MUCHO INGENIO, JUAN EMILIANO PONE SU CHANGARRO

Un día más. Emiliano Moreno espera la llegada de clientes a su Kiosko del Desierto de nombre 'Karol', ofrece agua de coco molido.

Un día más. Emiliano Moreno espera la llegada de clientes a su Kiosko del Desierto de nombre 'Karol', ofrece agua de coco molido.

ROBERTO ITURRIAGA

A pesar de haber contado con algunos problemas económicos en el pasado Juan Emiliano Moreno decidió ir contra todos los pronósticos para salir adelante como socio de un negocio particular.

Sin mucho dinero y ante la incredulidad de muchos es como hoy ha conseguido mantener a su familia con las ganancias que generan sus labores en los "kioscos del desierto".

En estos sitos sitios varios familiares y amigos aprovechan las condiciones propias de la región para satisfacer necesidades: para el calor, un agua helada de coco molido, y para el sol, lentes o sombreros de corte campesino.

"Vi que la gente tenía sed y siempre hace sol en Torreón, por eso vendo agua de coco y lentes... Se me hizo muy lógico y me ha funcionado en las temporadas en donde hace mucho calor", dice contento el vendedor.

 RITUAL DE BUENA SUERTE

Alrededor de todo Torreón existen unos tres locales ambulantes como en el que trabaja Emiliano, todos fueron puestos en operación durante el año pasado y bautizados con nombres de mujeres "para la buena suerte", como si se tratara de una costumbre náutica.

"La que yo atiendo se llama Karol pero todas se llaman diferente, la verdad está raro eso de ponerle nombre al negocio pero le llama la atención a la gente", comenta la compañera de Emiliano.

Este fin de semana se puede ver a los dos comerciantes en uno de los costados de la carretera Torreón- San Pedro, ahí atienden en su kiosco "Karol" y esperan aprovechar este sábado la afluencia vehicular rumbo al Territorio Santos Modelo.

Usualmente sólo se colocan durante los fines de semana para enfocarse en sus segundos empleos de lunes a viernes, situación que representa un alto grado de exigencia para Emiliano y su familia.

"Yo trabajo en horario regular como empleado de una maquila, termino bien cansado y a veces ni da chance de ver a la familia, luego los sábados y domingos me vengo al negocio y nos estamos hasta que oscurece" indica el hombre mientras agrega unos hielos a la jarra de agua.

 ESFUERZOS

Diariamente se levantan a las ocho de la mañana para comenzar a levantar su carpa, mientras Emiliano arma la estructura su compañera prepara el agua de coco molido, debe de estar recién hecha para que el sabor sea mejor.

Sin embargo estos meses de invierno todavía se encuentran lejos de ser los mejores para el negocio de Emiliano.

Tratan de hacer su mayor esfuerzo para generar ganancias y ante un clima irregular, "ahorita está muy loca la temperatura, hace frío y mucho aire y por eso casi no viene nadie... la verdad nos ha ido muy mal en este año", indica con un ánimo de pesimismo.

Durante las casi seis horas en las que Emiliano ha atendido su "Kiosco del desierto" sólo ha podido vender un litro de agua de coco, es decir quince pesos que no representan ni la mitad de lo invertido para poner su local ambulante.

Inclusive enero ha sido la peor de las temporadas en cuanto a economía para el comerciante, pues a lo largo de sus fines de semana no lograron ni igualar lo invertido.

Cada día representa un nuevo reto para este hombre, únicamente cuenta con algunos meses de experiencia en las ventas, es tímido y asegura que pocas veces hace bromas a los clientes.

"Hay muchos compañeros que dicen groserías o albures a los que llegan a comprar, ellos trabajan así y a lo mejor venden más pero no me gusta eso... yo creo que depende mucho del respeto al cliente y así voy a seguir", dice el vendedor.

Firme en este último comentario es como Emiliano y su compañera deciden continuar con el trabajo, sólo les resta esperar a que alguien arribe a su puesto con la garganta seca o la necesidad de cubrirse del sol.

Pasan varios minutos y únicamente observan el paso de los coches, se sientan, descansan y se vuelven a poner de pie, una jornada más en los días de estos laguneros.

Leer más de Torreón

Escrito en: Relatos Urbanos

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Un día más. Emiliano Moreno espera la llegada de clientes a su Kiosko del Desierto de nombre 'Karol', ofrece agua de coco molido.

Clasificados

ID: 709992

elsiglo.mx