El centrocampista del Athletic, Iñigo Pérez, disputa el esférico con Patxi Puñal y Javad Nekounam, del Osasuna. EFE
Sin esforzarse demasiado, el Osasuna sacó provecho de dos faltas para vencer 2-1, al Athletic Club, en Reyno de Navarra y escalar a puestos europeos, tras disputarse la fecha 27 de la Liga de España.
Un autogol de Ander Iturraspe a los nueve minutos y un tanto más de Raúl García (31), fueron suficientes para que hilvanaran su tercer encuentro sin perder. Fernando Llorente por su parte, recortó a los 55.
Con la victoria, el Osasuna llegó a 38 unidades y se colocó en el sexto peldaño de la tabla, lugar que otorga el último pase a copas europeas, en tanto que el Athletic, se quedó con 37 unidades y ya es séptimo de la clasificación.
Pese a jugar en patio ajeno, los "leones" salieron decididos a quedarse con los tres puntos y desde temprano encerraron a su adversario, quien pareció no incomodarse y sin presionarse, cobró una falta desde fuera del área que desvió con la cabeza Ander Iturraspe, para que el balón se fuera al fondo de la red a los nueve minutos.
La suerte parecía estar de lado de los "rojillos", que sin mucho esfuerzo se encontraron con otro gol en una jugada a balón parado. Patxi Puñal fue el encargado de cobrar y desde el corazón del área, Raúl García de cabeza incrementó la ventaja, pasada la media hora de juego.
Con esto, el técnico argentino Marcelo Bielsa cambió de estrategía y para el complemento ingresó a dos jugadores de ataque, entre ellos el gran ícono del club Fernando Llorente, que cumplió y para el minuto 55, recortó distancias.
Los ánimos regresaron al cuadro visitante, que siguió al frente en busca de la remontada, sin embargo, sus delanteros ya no estuvieron finos, además de que el portero Andrés Fernández con un gran manotazo impidió el empate, en tiempo de compensación.
El esfuerzo hecho en Old Trafford (donde vencieron 3-2 al Manchester United en la Europa League), pareció cobrarle factura a los vizcaínos, por lo que en esta ocasión, tuvieron que regresar a casa con las manos vacías.
