Atención. El DIF alerta a los padres ante el aumento de casos de abuso sexual en este año.
Al alza atenciones por abuso sexual en contra de menores en la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Mujer de Gómez Palacio.
Son 45 casos de abuso sexual en contra de menores los que atiende la Procuraduría, 22 se han atendido en lo que va del 2012.
Bertha Alicia Portillo, titular de la Procuraduría, dijo que han visto con alarma el incremento de este tipo de casos, la mayoría cometidos por familiares directos o cercanos.
"Sí estamos viendo un aumento, algunos han salido últimamente a la luz pública. Hemos visto que gran parte de los agresores son los padres, padrastros, abuelos o familiares cercanos a los menores", dijo.
La psicóloga del DIF, Leticia Segovia Enríquez, indicó que de los casos registrados 38 han acudido por violación, pero no todos se han comprobado. Explicó que dentro del delito de abuso sexual se enmarca lo referente a la estimulación sexual de un adulto que obliga a un menor por medio de tocamientos o con estimulación visual, entre otros.
En los pacientes que presentan indicios de haber sido violados, sobre todo en el caso de los niños, la Procuraduría llama a los padres de familia a presentar de manera formal su denuncia por el daño causado y las repercusiones que implican.
La especialista dice que una víctima de violación difícilmente se recupera en su totalidad aunque reciban terapia. La víctima incluso corre el riesgo de repetir patrones de conducta sobre todo en el caso de los varones o bien de caer en adicciones. "Según las edades de las personas es el grado de recuperación, ellos se hacen desconfiados, agresivos, creen que siempre les van a hacer daño y tienen una conducta repetitiva en los niños. Tratan de compartir su dolor. Si a mí me dolió a ti también, ya no voy a estar solo, ya voy a tener un compañero que vamos a padecer de lo mismo", explica.
La procuradora y la psicóloga alertaron a los padres de familia a detectar las señales e invitaron a las ciudadanas a acudir al DIF en caso de que se identifique alguna.
"En el caso de abuso sexual o violaciones, inmediatamente empiezan a mostrar una conducta diferente, duermen más de lo habitual, se hacen desconfiados y pelean más. Como evidencia física, desecho en su calzoncito de sangrado, se hace pipí o popó cuando ya no lo hacía, ojo con todo esto papás", finalizaron.
