Herida. La bala le hirió el brazo izquierdo pero siguió su trayectoria hacia el tórax y la región abdominal.
El siglo de durango
Durango.
Ernesto Antonio Martínez Medina no esperaba que la vieja pistola que tenía en la casa aún funcionara; menos aún que estuviera cargada y se le fuera a disparar. Pero así perdió la vida.
Según informó la Fiscalía General del Estado, el incidente ocurrió a las 23:15 horas afuera de la casa de Ernesto, en la calle Selva de la colonia Luz y Esperanza, cuando el hoy occiso maniobraba una pistola del calibre .38 especial, que a causa del mal estado en el que se encontraba se accionó de manera accidental y la bala se le fue a incrustar en el pecho.
Ernesto tenía 26 años de edad y de acuerdo a lo manifestado por los médicos legistas, presentó una herida de bala de soslayo en el brazo izquierdo, con trayectoria hacia el tórax y la región abdominal.