El hombre que mató a siete personas e hirió a otras tres en una universidad en California estaba molesto porque se habían burlado de la forma en que hablaba inglés, destacó ayer el jefe de Policía en Oakland, Howard Jordan.
El atacante, un inmigrante de Corea del Sur, quien vivió en el estado de Virginia y recientemente se mudó a la Bahía de San Francisco, había enfrentado burlas de sus excompañeros de la Universidad cristiana coreana Oikos, donde la víspera perpetró el tiroteo.
"Lo trataron sin respeto, se burlaron de él. Hicieron mofa de su escaso (dominio del) inglés, lo aislaron y lo hicieron sentirse despreciado", dijo Jordan en una conferencia transmitida en la cadena ABC.