Foto: LA I
El robo de cable de cobre y otros aditamentos del alumbrado público no es un problema nuevo. Empezó a darse, pero a baja escala desde hace siete años, durante la administración de Guillermo Anaya.
Siguió con el mismo perfil en la de José Ángel Pérez.
Es en el actual gobierno de Eduardo Olmos Castro, cuando empezó a repuntar desde el primer año, e hizo crisis en este 2012.
En ésta, como en ninguna de las anteriores administraciones, el patrimonio público del servicio ha sufrido un daño calculado en 50 millones de pesos.
Además, los métodos de robo se han vuelto 'increíbles', con características obvias de que los responsables son profesionales: a plena luz del día, con el uso de grúas para sustraer transformadores de 70 kilos de peso y hasta subestaciones.
Además, el uso de herramienta especializada para cortar en el lugar preciso sin resultar electrocutado.
Contra trabajadores
Desde la administración 2003-2005 hubo sospechas de que trabajadores municipales eran responsables de los robos. Incluso regidoras panistas denunciaron el hallazgo de lámparas y cable almacenado en el patio de una vivienda, propiedad de un empleado municipal, pero no hubo trascendencia.
Luego, en la administración de José Ángel Pérez, el director de la misma área, Carlos Gregorio Hernández Ramírez pasó por lo mismo y sus declaraciones fueron similares a las de su antecesor: "Pondremos denuncias", "sustituiremos el cable de cobre por el aluminio" y "pediremos más apoyo de la ciudadanía para que denuncie, así como a Seguridad Pública para que detengan a las personas que resulten sospechosas de robarse el cable de cobre".
Con Anaya el daño se calculó en alrededor de 16 millones de pesos,
En la de José Ángel Pérez fueron aproximadamente 20 millones y también entonces la sospecha siguió de que empleados municipales eran los responsables. Se anunciaron investigaciones, pero nunca se realizaron.