El presidente ruso, Vladimir Putin, justificó su resistencia a sancionar al régimen sirio por el riesgo de que la situación degenere en la guerra civil, la misma razón por la que no cree que la salida del presidente, Bachar el Asad, sea una condición para solucionar la crisis.
"No estamos ni por Bachar el Asad ni por sus oponentes" pero "si se aparta del poder a un presidente, no todo el mundo estará satisfecho" y "nuestro objetivo es impedir una guerra civil", subrayó Putin en París al término de su encuentro con el presidente francés, François Hollande, en conferencia de prensa.
Para ilustrar los riesgos de sacar al presidente sirio, se refirió al antiguo líder libio Muamar el Gadafi: "todos sabíamos que era un tirano", pero también se ha visto lo que ocurrió tras su derrocamiento en la ciudad de Sirte.
El jefe del Estado ruso dijo esto después de que Hollande hubiera reiterado que para lograr un arreglo político en una segunda etapa "tiene que haber sanciones, presiones" y también que "la salida de Bachar el Asad es una condición previa para la transición política".
"El régimen de Bachar el Asad se conduce de forma inaceptable, intolerable" y "no habrá salida posible de esta situación más que con la salida de Bachar el Asad", repitió Hollande, que admitió que "hay riesgo de desestabilización", es decir, de "guerra civil", y que eso podría contaminar a toda la región.
Preguntado sobre si contempla el abandono del poder de Asad como el camino para la solución, el presidente ruso respondió que "lo aceptable para el pueblo sirio es aceptable para nosotros" pero para eso "hay que terminar la violencia de los dos lados" y aludió a que los guerrilleros de lo rebeldes han causado "cientos de muertos" entre la población civil.
"No podemos solucionar la cuestión en lugar del pueblo sirio", añadió Putin, que a la cuestión de si acogería en Rusia al presidente sirio si eso ayudara a resolver el conflicto replicó que Asad "ha visitado mucho más París que Moscú".
En cuanto a cuánto tiempo hay que dar al mediador Kofi Annan, señaló que se trata de una personalidad "muy experimentada" y que "es contraproductivo decir por adelantado que será un fracaso".
Putin, que antes de pasar por París estuvo hoy en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, defendió que las eventuales sanciones contra Damasco se deben debatir en el Consejo de Seguridad de la ONU, puntualizó que "no siempre son eficaces" y además que "hay que prevenir que la situación evolucione hacia el peor escenario" y degenere "en una guerra civil".
Hollande comentó, por su parte, que la misión Annan "debe ir hasta el final" y terminar con las acciones violentas, "sobre todo del régimen".
"Creo que las sanciones forman parte de la presión necesaria, indispensable, para una solución política" que pasa también "por un diálogo", comentó el presidente francés.