Se termina una era en Lakers

Luego de un fracaso más en su intento por ganar otro campeonato, al ser eliminados por Oklahoma City en las semifinales de la Conferencia Oeste, los Lakers de Los Ángeles están en una encrucijada respecto a lo que será su futuro.

Los Lakers tienen pocas opciones para mejorar su equipo, porque están por encima del tope salarial y su única forma de reforzarse sería con la excepción mínima, que les dejaría firmar a alguien por tres millones de dólares en el primer año.

Actualmente, los Lakers tienen comprometidos 78.4 millones de dólares en solamente siete jugadores, incluidos los 16.1 millones que ganará Andrew Bynum antes del 30 de junio, de acuerdo con el gerente general, Mitch Kupchak.

Además de problemas económicos, los Lakers deberán arreglar problemas internos, especialmente entre su estrella Kobe Bryant y el español Pau Gasol.

"Tenemos que comprometernos unos con otros", dijo Metta World Peace. "Este año no fue así".

Gasol y Bryant coexistieron amigablemente con Phil Jackson, pero el entrenador Mike Brown no ha sido el caso, porque el poste español perdió peso a la ofensiva.

"Ha sido difícil para mí", dijo Gasol. "He jugado en un papel de 'facilitador' siendo la tercera opción ofensiva".

La primera sigue y seguirá siendo Bryant, quien ganará más de 58 millones de dólares los próximos tres años.

Gasol tiene dos años más y 38.3 millones de dólares pendientes. Los Lakers ya intentaron cambiarlo y no sería raro verlo en otro equipo.

El problema es que su valor ha bajado en estos Playoffs. Ante el Thunder, Gasol promedió sólo 12 puntos y metió el 44% de sus tiros.

Los Lakers también tendrán que decidir qué hacen con Bynum, quien es demasiado irregular y podría ser moneda de cambio para buscar al sueño del equipo, que es el poste del Magic de Orlando, Dwight Howard.