EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Sectas

Diálogo

YAMIL DARWICH

Tal vez, pasados los años, podremos definir al siglo XXI como "Del Cambio" o quizá "De la Crisis Existencial".

Hoy día, todo acto humano , evento social y/o político, es pasado por el tamiz de la crítica y la duda.

Las instituciones no sólo son criticadas, además viven el período de la descalificación y hasta repudio y en muchos de los casos los ciudadanos tenemos la razón.

Las instituciones políticas son descalificadas y despreciadas, caso de los partidos; las sociales, impregnadas de sospechas sobre su honestidad y verdadero fin, como las tarjetas de Soriana, que es tema de controversia; y las religiosas no quedan fuera, encabezadas en nuestro caso por las cristianas, que sufren el quebranto provocado por sus propios ministros y se manifiestan anquilosadas, lejanas de las necesidades espirituales de sus integrantes.

Por otra parte, recordemos que los seres humanos somos gregarios, necesitamos de estar junto a otros individuos y socializar, desarrollando creencias comunes, usos y costumbres, que sumados al lenguaje conforman lo que llamamos cultura.

También queremos afirmarnos en creencias, principios de bien y mal, orden moral y desempeño ético en la sociedad en que nos encontramos inmersos.

Pensar en la muerte nos genera temor, hasta pavor; desde que aparecimos sobre la faz de la tierra y aplicamos el don particular de la inteligencia, nos hemos preguntado quiénes somos, a dónde vamos y qué será de nosotros cuando muramos.

Desde luego que nos rebelamos a la idea de que la muerte es el fin de todo, aunque exista un grupo de pensadores que así lo creen.

Así nacieron las religiones y sus enseñanzas sobre el más allá, con la existencia de un ser superior que nos dio la vida y nos espera al final de misma, llegada nuestra muerte.

Este Diálogo no está orientado a analizar la existencia o no, de un ser creador, sino a la reflexión sobre nuestra psique, que nos genera entre otras cosas, necesidades de explicación a realidades de nuestra propia existencia.

Así nacieron los mitos entre los primeros humanos, cavernícolas que entendían la bondad de la luz y su relación con la vida; la consecuencia: adoración al sol. Más adelante, con los primeros asentamientos humanos, se crearon conceptos más elaborados y la mitología de las distintas civilizaciones; Acera, de los sumerios o asirios; Orus e Isis de los egipcios; Baal -nuestra imagen del "chamuco" con pezuñas, cuernos y cola-; Alá, para los islamitas; Buda para los budistas.

También aparecieron los brujos y lectores de bolas de cristal, manos y/o barajas. ¿Recuerda a nuestros gitanos errantes y las múltiples fechorías de las que eran acusados?

Lo cierto: cuando esas instituciones religiosas no llenan las aspiraciones ni dan las respuestas para la tranquilidad de las personas, aparece un hueco enorme para ser ocupado por oportunistas.

Como ejemplos: la Iglesia de la Cienciología, fundada por Ronald Hubbard, exoficial de marina y escritor de ciencia-ficción; Espiritistas, con su principal promotor, Allan Kardec, quien publicó "El libro de los Espíritus y el Evangelio según el Espiritismo"; Gnósticos, que en el siglo II generaron un gran cisma entre el cristianismo y que la versión moderna renació en Colombia, con Samael Aun Weor, que fundó el "Movimiento Cristiano Gnóstico Universal en l950" y otros muchos, como la "Conciencia de Krishna", creada en 1965, por el hindú Abhay Charan De, más conocido como Bhaktivedanta Swami Prabhupada.

Todas ellas, están incluidas en el movimiento conocido como "New Age", que fundamenta sus creencias en la llegada de la "Era de Acuario", que incluye movimientos religiosos y artísticos disímbolos, incluyendo a los ufólogos y agoreros del fin del mundo.

Un principio básico del liderazgo afirma que: "los espacios que no son ocupados, son llenados por otros" y es el caso para las nuevas ideas gregarias, que de fondo, la gran mayoría, carecen de fundamento y además buscan el enriquecimiento o beneficios materiales varios para sus fundadores y líderes.

Un caso regional fue denunciado por "El Siglo de Torreón", el de un oportunista español, Ignacio González, que fundó su propia organización denominada "Defensores de Cristo", que promete salud, liberación espiritual, vida sexual sin responsabilidad y felicidad en general.

Entre sus seguidores se encontraba una lagunera, que fue defraudada económicamente y luego abandonada a su suerte.

La explicación es simple: todos tenemos la necesidad de ser reconocidos, atendidos, reconfortados y, sobre todo, no sentirnos solos, en una sociedad que se ha vuelto egoísta e individualista.

En la medida en que nos sintamos solos y hasta desamparados, seremos oportunidad para otros, quienes mal utilizando su inteligencia sacarán provecho resolviendo sus problemas personales, hasta llegar a acumular capitales importantes.

Sin duda, el caso regional es una nueva llamada de atención, que espero no dejemos pasar por alto y la consideremos una oportunidad para mejorar nuestra relación humana. ¿Usted qué piensa?

ydarwich@ual.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 768401

elsiglo.mx