El presidente Felipe Calderón Hinojosa ratificó hoy que la mayor amenaza para los derechos humanos son los delincuentes. (Archivo)
El presidente Felipe Calderón Hinojosa ratificó hoy que la mayor amenaza para los derechos humanos son los delincuentes; por ello, anunció, el gobierno federal no cejará en su empeño por combatir al crimen “sin titubeos ni medias tintas”.
En el informe de actividades 2011 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) aseguró que esta lucha seguirá en el marco de la legalidad, con las herramientas institucionales que brinda la democracia, sin cancelar garantías para nadie y con respeto a los derechos humanos.
El mandatario federal garantizó que “en aquellos casos donde agentes del orden público violen tales derechos, que reciban el castigo que la ley establece”.
Afirmó que la defensa de los derechos humanos es un principio indeclinable “que no puede ser sacrificado” por otro como el de la seguridad pública, y se pronunció por hacerlos compatibles.
Hasta el final de su mandato, dijo, seguirá trabajando por la seguridad como un elemento fundamental para alcanzar un México justo, seguro y próspero; y ratificó su convicción en los derechos humanos como baluarte de la democracia y condición indispensable para el desarrollo de los ciudadanos.
En el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, acompañado por su esposa Margarita Zavala, el titular del Ejecutivo federal refirió que la mayor amenaza para los derechos de las personas son los criminales que secuestran, roban y extorsionan a los mexicanos de bien.
Subrayó que de las organizaciones criminales proviene la principal amenaza contra la integridad, libertad y la vida de periodistas y defensores de los derechos humanos, a diferencia de lo que ocurría en el pasado “en otros países, o incluso en éste”.
Por ello, puntualizó que las instancias de gobierno tienen una responsabilidad de velar por esa seguridad, “cuya omisión constituye, efectivamente, una materia de exigencia en el terreno de los derechos humanos”.
En su discurso, el presidente Calderón sostuvo que la estrategia nacional de seguridad ha entrado a una nueva etapa enfocada a la protección de los derechos humanos, que “desafortunadamente” en algunos casos se han visto vulnerados.
Comentó que entre diversas acciones impulsadas, las fuerzas federales tienen instrucciones explícitas de actuar con apego a la legalidad y a los derechos humanos, para lo cual se actualizan directivas y se construyen protocolos claros sobre el uso legítimo de la fuerza, detenciones y puestas a disposición de la autoridad.
El presidente instruyó a todas las fuerzas federales y dependencias del gobierno a que en este mismo mes emitan, 'sin excepción', las directivas actualizadas para hacerla efectiva y actuar en todo momento con apego a tales directivas.
Insistió en que el gobierno federal tiene un firme compromiso con la atención a las víctimas de la violencia, por lo que en todos los niveles de gobierno se impulsa el avance en la investigación de todos y cada uno de los casos, para que quienes han sufrido de la acción de los criminales encuentren pronto la justicia.
Calderón Hinojosa hizo ver que la Procuraduría de Atención a Víctimas del Delito (Províctima) ha apoyado, en sus primeros 100 días de operación, a casi cuatro mil personas con asistencia jurídica, médica, psicológica y social.
Señaló que su administración tiene el compromiso firme de aceptar y cumplir las recomendaciones de la CNDH, con pleno respeto a su autonomía y a la autoridad que tiene, y dijo que revisará, incluso personalmente, los casos o circunstancias en las que no hayan sido aceptadas o cumplimentadas.