Atrás quedaron los buenos tiempos de los mariachis, cuando el llevar serenatas era un ritual común entre los enamorados, desolados o abandonados, por lo que hoy los mariachis tienen que buscar un oficio alterno para subsistir.
Andrés Ordoña González es integrante del Mariachi Angelísimo. Desde hace 20 años ingresó, de manera accidental, al mundo de la música, periodo en el que ha vivido sus mejores momentos, pero también ha visto su decadencia, tanto que en dos meses abandonará la agrupación para dedicarse a un trabajo que mejor le remunere.
Tras la celebración a Santa Cecilia, patrona de los músicos, el pasado 22 de noviembre, a Andrés Ordoña lo encontramos en la Plaza Garibaldi El Alto, ubicada en la 14 Oriente, y reconocida por el gran número de agrupaciones musicales como tríos, marimbas, norteño y mariachis que ahí se plantan para ser contratados.
Un poco soñoliento por la desvelada, relató que toca el guitarrón. Él ingresó al mundo de la música durante el tiempo que estuvo viviendo en Veracruz, donde se desempeñaba como albañil, pero al no tener dónde vivir se refugió en las oficinas de un mariachi de esa entidad.
Al paso del tiempo fueron éstos quienes le enseñaron a tocar el guitarrón, instrumento que le regalaron, así como algunas clases de canto, por lo que desde entonces se dedica a la música, siendo el único músico en su familia.
“Un mariachi debe estar conformado por 12 músicos, pero debido a la crisis económica la mayoría de las agrupaciones se integran de seis elementos, que son dos violines, dos trompetas, guitarrón y vihuela, ya sin contar con la guitarra”, platicó.
Dijo que antes había mucha demanda de la música de mariachi, “y los músicos nos dedicábamos exclusivamente a eso, pero ahora tenemos que buscar otra fuente de ingresos. En mi caso también me dedico a reparar instrumentos y a elaborar algunas artesanías como flores tejidas en hilos”.
Como ejemplo, citó que en 1996 la demanda de mariachis era alta para celebrar un 14 de febrero, ahora son sólo los días 12 de diciembre, en honor a la Virgen de Guadalupe, cuando esperan sus mejores entradas, porque ya ni el 10 de mayo es buena fecha para estos músicos.
Dijo que la crisis económica es la principal razón para que la gente no contrate un mariachi, aun cuando, a su decir, no es caro “llevar gallo”, pues el Mariachi Angelísimo cobra mil 600 por hora, tiempo suficiente para interpretar 15 melodías.
En ese sentido, el hombre de 58 años de edad exhortó a las autoridades, principalmente federales, para que les otorguen apoyos, ya que el mariachi es la principal agrupación que representa la música mexicana con todo su folclor.
Recordó que en noviembre de 2011 la UNESCO inscribió a El Mariachi como integrante de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por lo que consideró que al tener este nombramiento se les debería de apoyar por lo menos con seguridad social y cotizar para adquirir una vivienda.
Pese a ello, dijo que la celebración en honor a Santa Cecilia no pasó desapercibida en esta Plaza Garibaldi El Alto, tal como se desarrolla desde 1983, por lo que durante la víspera, desde temprano colocaron un templete, cada agrupación musical le ofreció un arreglo floral y asistieron a la misa que se ofició al medio día.
Los locatarios del mercado, el cual se fundó en 1930, obsequiaron cemitas, pozole, café y atole para los más de 150 músicos ahí reunidos junto con sus familiares.
