Benedicto XVI en México

‘Sentí lo mismo con Juan Pablo’

‘Sentí lo mismo con Juan Pablo’

‘Sentí lo mismo con Juan Pablo’

Cortesía am.com.mx

Por: Eduardo Martínez Borja.

A sus 71 años Carmen López ya no puede caminar, pero ayer recorrió 10 kilómetros al ir y volver de Silao al Parque Bicentenario, sentada en una silla de ruedas que fue empujada por su yerno Jorge Reyes.

Carmen había visto al Papa Juan Pablo II tres veces en el Distrito Federal y no podía perder la oportunidad de conocer a Benedicto XVI, a pesar de que la gente dice que no tiene el mismo carisma que el del Pontífice polaco.

“Es el representante de Dios y yo sentí lo mismo, sentí mucha alegría, le pedí para que nos vaya mejor, para que nos dé muchas bendiciones”.

La mujer viajó junto con 17 familiares y amigos desde Querétaro y llegaron a Silao a la una de la madrugada.

“Llegamos temprano, pensamos que nos dejarían pasar más cerca pero tuvimos que caminar mucho, llegamos como a la una y no había camiones, todos iban llenos, no nos quedó de otra más que caminar”, platicó el yerno de María, Jorge Reyes Nieto que como muestra de cansancio tenía la boca reseca.

A pesar de que se había prometido que habría camiones para transportar a toda la gente y de que los feligreses comenzaron a llegar desde el sábado al medio día a la Expo Bicentenario, miles de personas tuvieron que caminar de noche y madrugada los cinco kilómetros que separan al parque de Silao.

Y tras otras cuatro horas de soportar el calor, tuvieron que volver caminando.

“Llegamos a la una y entre lo que buscamos en qué irnos y no encontrar, y luego en lo que caminamos ya entramos hasta como las 8 de la mañana.

“Teníamos boletos para la zona E5 pero cuando llegamos ya no había lugar y nos acomodaron en la que estaba luego luego al lado del altar”, contó Jorge.

La mujer es viuda y ofreció el sacrificio que representó la caminata por su salud y por toda su familia.

“Es el vicario de Cristo, no hay nadie más cerca que él por eso había que venir a pedirle y ofrecerle todo este sacrificio”, dijo la mujer.

La misa terminó a las 12 del medio día y dos horas después, cuando el termómetro marcaba 32 grados centígrados, María llegó con su yerno Jorge y su nieto José García a Silao.

“¿Valió la pena señora?”, se le preguntó, “claro que valió todo, nos vamos muy contentos”, contestó María.

Se divierte con fervor

aro pasó de querer dejar su lipstick en todo el cuerpo de Carlos Loret de Mola a escuchar la misa del Papa Benedicto XVI con devoción.

“Voy a dejar mi lipstick por todo tu cuerpo”, le cantaba mientras el periodista hacía los comentarios previos por televisión antes del inicio de la misa de Benedicto XVI y ni siquiera la observaba, menos escucharla.

La joven es de Guadalajara y viajó con un grupo conformado por alumnos de varias universidades para ser voluntaria.

“Mira, vamos a echar una porra para que nos vean las cámaras de Televisa”, le dijo a dos de sus amigos.

“No mejor acá con TV Azteca esos son los chidos”, le contestó Bernardo, uno de los voluntarios que iba con ella.

Las dos televisoras instalaron sus sets de transmisión atrás de la zona A2, donde estaba el grupo de jóvenes, a unos 40 metros del altar.

“No, miren ahí está Loret, lo voy hacer reír, está muy guapo”, dijo, “no López Dóriga está más guapo”, le bromeó Bernardo.

El periodista volteaba hacia el altar y Karo, delgada y guapa, se paró frente a él a unos 10 metros con sus lentes oscuros, se humedeció los labios y comenzó a tararear la canción.

“Voy a dejar mi lipstick por todo tu cuerpo”, le repitió varias veces, pero Carlos Loret estaba metido en su trabajo, cuando no hablaba al aire revisaba sus apuntes.

“No, mejor me quito los lentes, necesito mis ojos (claros y bellos)”, y volvió a tararear la estrofa de la canción de Alejandra Guzmán.

“Karo ¿le estás coqueteando a Loret?, para broma ya fue mucho ¿no?”, le dijo Bernardo, pero la joven siguió tarareando por unos momentos.

“Llegó el Papa, llegó el Papa”, anunció el sonido y Karo corrió a subirse a su silla para unirse a sus compañeros voluntarios y vitorear a Benedicto XVI.

“Lo dice el Papa, lo dicen los obispos, la juventud es lo mejor que tiene Cristo”, gritó junto con sus amigos.

Al finalizar la misa Karo y sus amigos abandonaron el Parque Bicentenario cantando, “esta es la juventud del Papa”.

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Escrito en: Benedicto XVI reportaje

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