Una y otra vez se insiste en señalar que en la política el sentido común es el menos común de los sentidos.
En México existen evidencias de sobra para confirmar tal aseveración. Lo vemos ahora con el exceso de declaraciones vanas que un día sí y otro también emiten los gobernantes que ya se van, los nuevos legisladores y las autoridades electas que pronto asumirán sus cargos.
Los mexicanos están felices -no todos, por supuesto-de observar el tradicional espectáculo sexenal de la cesión del poder en donde sobresalen los besamanos, las cargadas, los discursos de voz engolada, las promesas faraónicas y una vez más el renacer de esperanzas.
Viene a cuento lo anterior porque al otro lado del Océano Atlántico existe un presidente de un país en virtual bancarrota que en noventa días de gobierno ha demostrado que sí sabe aplicar el sentido común en la actividad política.
¿Qué hace un padre de familia cuando pierde su trabajo y está a punto de quedarse sin casa, auto y sin poder pagar alimentos y vestido para sus hijos? Pues simplemente recortar gastos, apretarse el cinturón y buscar nuevas fuentes de ingresos.
Eso es lo que ha hecho el presidente de Francia, Francois Hollande, durante sus sesenta días de gestión. Entre las acciones que ha tomado destacan las siguientes:
1) Suprimió drásticamente los coches oficiales y lo que se ahorre se destinará al Fondo de Bienestar.
2) El recorte de autos en empresas estatales permitirá un ahorro de 345 millones de euros que serán trasladados a crear 175 institutos de investigación científica de alta tecnología.
3) Abolió el concepto de paraíso fiscal y promulgó un decreto urgente para aumentar en un 75% la tributación para las familias con ingresos superiores a los 5 millones de euros netos al año.
4) Con ese dinero contrató a 59,870 titulados desempleados, y luego 12.500 más el 1 de septiembre como profesores en la educación pública.
5) Privó a las Iglesias de subsidios por valor de 2.3 millones de euros y los destinó a la construcción de 4.500 jardines de infancia y 3.700 escuelas primarias.
6) Estableció el "bono-cultura" presidencial, un mecanismo que permite a cualquiera pagar cero impuestos si se constituye como cooperativa y abre una librería independiente.
7) Abolió los subsidios gubernamentales a las revistas, fundaciones y editoriales.
8) Redujo en un 25% el sueldo de todos los funcionarios del gobierno, el 32% de todos los diputados y el 40% de los funcionarios estatales que ganan más de 800, 000 euros por año.
Con estas medidas la productividad nacional aumentó por primera vez en tres años y se dio certeza al plan recién anunciado de reducir el gasto público en 33 mil millones de euros.
En un país con tres millones de desempleados y finanzas destrozadas, Hollande actuó con sentido común a diferencia de su antecesor Nicolás Sarkozy, quien gobernó entre la arrogancia y la frivolidad.
El socialista Hollande no es perfecto y seguramente corregirá muchas decisiones, pero lo importante es que tomó acciones ineludibles para rescatar al maltrecho barco llamado Francia. ¿Van a hacer lo suyo los nuevos diputados y senadores? ¿Actuará con sentido común el futuro presidente Enrique Peña Nieto desde el primer día de su mandato? ¿Por qué demorar las soluciones para problemas añejos como la educación mediocre, corrupción, violencia, pobreza, contaminación, narcotráfico, desigualdad social y la deplorable aplicación de la justicia?
APUNTES FINALES
El ataque contra la sede diplomática de Estados Unidos en Libia afectará el curso de las campañas presidenciales. Es una oportunidad dorada para que Mitt Romney recupere terreno aunque fue Barack Obama quien entró rápido al quite para no perder votos… No se miden algunos colegas de la capital mexicana, destrozado el fantasma llamado AMLO que muchos medios ayudaron a posicionar, ahora se disponen a entronizar al gobernador Marcelo Ebrard a quien ubican como gran favorito para la contienda presidencial de 2018… ¡Vaya manera de perder el tiempo!
Envía tus comentarios a jhealy1957@gmail.com
