Seco escenario. El municipio de Tlahualilo prevé un escenario peor cuando llegue el calor.
Con carácter de urgente deben ser aplicados los recursos contra la sequía que en estos días anunció el gobierno federal, "tenemos la experiencia de que hasta un año se han tardado los programas en hacerse realidad", dijo el alcalde Horacio González Alvarado.
En esta localidad la actividad ganadera prácticamente ha desaparecido, pero el presidente municipal avizora un escenario aún peor dentro de poco, cuando los termómetros marquen hasta 44 grados centígrados y la escasez de agua potable y alimentos comiencen a mermar a la población, casi toda dependiente de la actividad agropecuaria.
Por ahora, los ejemplares de ganado han dejado de ser una esperanza de alimento e ingresos, pues muchas de éstas han caído muertas a pie de carretera y las que sobreviven ni siquiera despiertan el interés de compradores "porque están muy flacas de lo mal alimentadas".
Y es que sólo comen de lo poco que encuentran en el campo, pues insumos como la pollinaza se elevaron hasta en un 200 por ciento en sólo unos días.
Actualmente la tonelada cuesta mil 500 pesos o más y según el número de cabezas, hay ganaderos a los que no les alcanza ni para alimentar su hato por diez días. González Alvarado dice que el municipio está tratando de apoyarlos enviándoles pipas "para que por lo menos las vacas tomen agua".
Para colmo, el municipio de Tlahualilo junto a San Juan de Guadalupe y Ocampo, quedaron fuera de los programas contra la sequía que desde finales del año se aplicaron en el Estado de Durango.
Esto se debió a que la Comisión Nacional del Agua determinó que ahí sí habían tenido lluvias: "nada más alejado a la realidad", dice el presidente municipal.
Por medio del Fondo Nacional de Desastres Naturales, el municipio está solicitando la perforación de dos nuevos pozos para el abasto a la población, al considerar que con la entrada del calor se agudizará la escasez que ya los obliga a distribuir el líquido por tandeos de cuatro horas.
A la población de 22 mil habitantes, sólo la abastece un pozo que se ubica en el municipio de Gómez Palacio, a 70 kilómetros de distancia de la cabecera municipal y que desde luego, resulta insuficiente para atender las necesidades más elementales.
Por esta razón, muchas de las comunidades rurales se deben atender con el envío de pipas.
Por consiguiente, se prevé una crisis alimentaria que se agravará por la falta de empleo y la reducción considerable en el agua que se dispondrá de las presas este año.
La restricción de la superficie agrícola también traerá problemas.
EL SIGLO DE TORREÓN / Archivo
Problemas
Localidades como Tlahualilo son severamente afectadas por la sequía.
⇒ La producción ganadera prácticamente ha desaparecido.
⇒ No tienen con qué alimentar los hatos.
⇒ Los pobladores resienten la escasez de agua para consumo humano.
⇒ También se prevé una crisis alimentaria, por la reducida actividad agrícola.