Corea del Sur anunció hoy que cooperará con Estados Unidos y la comunidad internacional para resolver el tema nuclear iraní, pero advirtió que se requiere de más negociaciones con Washington antes de llegar a puntos concretos.
La posición surcoreana, dada a conocer en un comunicado, siguió a la conferencia de prensa del enviado especial estadunidense para la no proliferación y control de armas, Robert Einhorn, en el segundo de sus tres días de visita a Seúl.
El funcionario había señalado a la prensa que Seúl había acordó cooperarar con la solicitud estadunidense de cortar sus importaciones petroleras de Irán, a fin de hacer que Teherán negocie con seriedad sobre su programa nuclear.
La semana pasada el secretario del Tesoro estadunidense, Timothy Geithner, visitó Pekín y Tokio con la misma solicitud, y en respuesta el primer ministro chino Wen Jiabao le señaló que el diálogo es mejor que la confrontación y la cooperación mejor que la contención.
En Tokio el ministro japonés de Finanzas, Jun Azumi, señaló que su país reducirá sus importaciones de petróleo iraní tan pronto como sea posible y en forma medida.
El gobierno surcoreano sopesa opciones para reducir su dependencia petrolera de Irán, pero difiere de en cuanto debe recortar sus importaciones, dijeron funcionarios gubernamentales a la agencia Yonhap.
Explicamos los esfuerzos que realizamos para hacer una reducción gradual de los abastos iraníes, que representan el 10 por ciento del consumo surcoreano, añadieron.
En sus declaraciones a la prensa, Einhorn señaló que los temas de los programas nucleares de Irán y Corea del Norte se encuentra ligados, y el avance en uno ayudará en el otro, aseguró.
Por su parte el vicecanciller surcoreano Kim Jae-shin dijo que su país está comprometido con fuerza para llegar a un arreglo en el expediente nuclear iraní, pero dejó en claro que preocupa a Seúl que las sanciones a Irán dañen su economía.
Estados Unidos y la Unión Europea señalan que el programa nuclear de Irán, al igual que el de Corea del Norte, tiene fines bélicos, mientras los dos países refrendan su derecho a seguir adelante y descartan toda implicación militar.
