Incumplida la promesa de campaña del presidente Felipe Calderón de singularizar su gestión por el número de empleos constituidos, dado el abismo entre la población en edad de trabajar y el número de plazas, hete aquí que en la recta final se perfila al sexenio como el de la morosidad.
A escasos días del fin de la Docena Trágica, el gobierno le debe facturas a particulares, sólamente en el renglón de infraestructura, por 100 mil millones de pesos, o si lo prefiere siete mil 734 millones de dólares.
La cantidad es equivalente al 10% de las obras contratadas en los últimos dos años, cuando el gobierno empezó a meter el acelerador.
La cuenta la lleva religiosamente la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción encabezada por Luis Zárate.
El cuello de botella, naturalmente, se ubica en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, aunque no se quedan a la zaga ni Petróleos Mexicanos ni la Comisión Federal de Electricidad, y de pasadita la Comisión Nacional del Agua.
En la lista de pagos inconclusos a las firmas constructoras están, por ejemplo, el libramiento Durango-Mazatlán; el túnel emisor Oriente, en proceso de terminación; el Centro de Convenciones de Los Cabos, Baja California Sur.
Y si le seguimos, no se han cubierto sobrecostos por vicios ocultos reclamados a la Comisión Federal de Electricidad y Pemex por la hidroeléctrica La Yesca y las ampliaciones solicitadas a la Refinería de Minatitlán, Veracruz.
Ahora que en la capital del país también hace aire.
El gobierno encabezado por Marcelo Ebrard le debe a la constructora de la Línea 12 del Metro el escándalo de 3 mil 500 millones de pesos, o si lo prefiere 270 millones de dólares.
Naturalmente, las firmas se truenan los dedos ante la falta de liquidez. Y no estamos hablando de gigantes como ICA o la constructora Ideal del magnate Carlos Slim, sino de empresas medianas y pequeñas.
Sin embargo, los constructores no culpan sólo a las instancias contratantes, sino a las Secretarías de Hacienda y la Función Pública. La primera suministra a cuentagotas los recursos; la segunda se enreda en mil inspecciones, verificaciones, revisiones, de sus órganos de control.
La paradoja del caso es que el gobierno fue dotado con el presupuesto mayor de la historia en la materia. Estamos hablando de 3.9 billones de pesos, equivalentes al 4.6% del Producto Interno Bruto. El sexenio de la infraestructura, aturdía la propaganda con la promesa de más puertos, aeropuertos regionales, carreteras, obras hidráulicas y generación de energía eléctrica.
El hecho es que con mayores recursos en la faltriquera se construyó menos que en sexenios anteriores. Si en el gobierno foxista, por ejemplo, la red de carreteras se incrementó en 26 mil kilómetros, en el actual se han construido sólo 14 mil.
Y si le seguimos, aunque se tuvo un presupuesto equivalente al doble del ejecutado durante el gobierno del expresidente Ernesto Zedillo, el actual gobierno sólo construyó dos mil instalaciones para infraestructura de salud, en tanto durante el último sexenio priista se alcanzaron tres mil 524.
Por lo pronto, los 100 mil millones de pesos que arrastra la morosidad están frenando la posibilidad de terminar obras en la recta final del sexenio.
La gran pregunta es si los constructores serán obligados a esperar que el nuevo gobierno aceite los engranes… para empezar a revisar papeles.
BALANCE GENERAL
La posibilidad de que el Instituto Mexicano del Seguro Social plantee en los próximos días una licitación pública para operar su red privada de telecomunicaciones ha colocado en alerta a las firmas interesadas ante la posibilidad de que los dados se carguen hacia Teléfonos de México.
La empresa encabezada por Carlos Slim Domit, mantiene un contrato desde el 2010 que vence en diciembre próximo.
A la adjudicación de éste, por un monto de 562 millones 243 mil pesos, se desataron una serie de críticas, señalando que las bases de la convocatoria se habían diseñado como traje a la medida de la firma.
De hecho, Bestel, filial de Televisa, se amparó contra el organismo encabezado por Daniel Karam, quien pese a ello le adjudicó el contrato por la vía directa a Telmex.
Ésta y Bestel pelearon en un escenario similar para el ISSSTE, obteniendo el contrato la segunda, quien tuvo problemas para cumplirlo, dado que la red le había armado la compañía rival.
ALEMÁN BUSCA SATÉLITE
Convencido de que los negocios del futuro están en las tres T (transporte, turismo y telecomunicaciones), el empresario Miguel Alemán Velasco está tratando de ingresar a este último rubro vía la creación de una firma satelital en sociedad con empresas francesas, inglesas o de los Estados Unidos.
El tema lo tiene en mente el exgobernador de Veracruz y exsocio de Televisa desde su época de estudiante de leyes. Su tesis profesional, justo, lo aludió en una época en que aún no se calibraba su utilidad.
Después de su incursión en siderurgia, vía la empresa Aluminio S.A., Alemán creó la compañía aérea Interjet, cuya responsabilidad recae ahora en su hijo, Miguel Alemán Magnani.
SE AMPARA SAE
En lo que parece una batalla perdida de antemano, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) está presentando un amparo contra la resolución de un Tribunal Colegiado del Trabajo que declara a la Comisión Federal de Electricidad como patrón sustituto de los extrabajadores de Luz y Fuerza del Centro.
La vela en el entierro del organismo es que asumió la tarea de liquidar la paraestatal, empezando por otorgarles un finiquito a los 24 mil trabajadores que decidieron formarse en la fila, con la promesa de colocarlos en la propia CFE, por más que desde otro ángulo la Secretaría del Trabajo les ofrecía capacitación para formar corporativos de mantenimiento, en tanto la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción pactaba la posibilidad de llenar vacantes.
El problema es que otros 20 mil integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas decidieron mantenerse en resistencia justo en la búsqueda de una salida jurídica.
De acuerdo a la resolución la CFE está obligada a finiquitar la relación con los trabajadores, reconociéndoles salarios caídos y antigüedad adicional de tres años, o recontratarlos bajo su propio marco laboral.
VENDEN "EL FINANCIERO"
Aunque la familia propietaria mantendría una parte del capital, está en vías de colocar en el escaparate la mayoría de las acciones de "El Financiero", pionero en el país en periodismo de negocios y finanzas.
El prospecto de venta fue elaborado por el despacho Protego que encabeza Pedro Aspe.
El diario arrastra una serie de deudas con el fisco.
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