Colocada en entredicho la actuación de los órganos reguladores en lo que parece afán político de equilibrar la ira de Dios y la del Diablo, es decir, cerrarle la puerta a uno y otro para fingir que no hay dados cargados, el consenso apunta a una salida salomónica
Estamos hablando de darle a Slim lo que es de Slim y a Azcárraga lo que es de Azcárraga. Televisión abierta para uno y telefonía móvil y banda ancha para el otro... con sus anexos consecuentes, como el de apertura a la cadena MVS para a su vez pelear en todo terreno.
La fórmula la plantean no sólo los expertos sino los políticos. Así el virtual candidato de la izquierda a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, como el senador priísta Manlio Fabio Beltrones o el presidente de la Comisión de Radio y Televisión de la Cámara de Diputados, Gerardo Flores.
De hecho, este último prepara una suerte de exhorto a la Comisión Federal de Competencia para extrañarle el olvido a su función primaria, justo, de promover la competencia.
El escenario lo abrió la propia instancia al plantear rendijas en el extenso legajo en que se integra la resolución por la que la mayoría del pleno se inclinó por rechazar la adquisición por parte de Televisa de un paquete de deuda convertible en acciones de Iusacell.
En la página 18 del farragoso documento se plantea que la posibilidad de un competidor en el terreno de la banda ancha móvil permitiría abrir la competencia frente a la posición hegemónica de Telmex-Telcel, es decir América Móvil.
La paradoja del caso es que en afán de justificar su política del avestruz, es decir, el complacer a Televisa cerrando la posibilidad de una tercera cadena de televisión abierta; el mantener atado a Telmex frente a su pretensión de incursionar en televisión de paga, y el cancelar las opciones de competencia contra éste, el gobierno promovió la realización del polémico estudio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico sobre regulación, que le resultó contraproducente.
Si bien la cargada se lanza contra la firma de Carlos Slim utilizando argumentos tan comprables como el que su posición hegemónica le crea un quebranto de miles de millones de dólares a los consumidores, el contexto deja algunas rendijas incómodas.
Así, por ejemplo se subraya que el gobierno ha sido omiso en abrir las puertas a un escenario de mayor competencia.
Textualmente se critica que los competidores entrantes enfrenten varios obstáculos como largos trámites para la obtención de permisos, necesidad de derechos de paso y el hecho de que no sea exigible a los operadores que compartan su propia infraestructura pasiva, como centrales y estaciones base de telefonía celular, lo que hace del despegue de las redes el gran obstáculo para la competencia.
Bajo ese prisma, recomienda el acceso de nuevos competidores, lo que tácitamente habla de un banderazo para la alianza Televisa-Iusacell.
Naturalmente, el argumento mayor de la CFC para negar la alianza entre las firmas, es decir, el peso hegemónico de Televisa y Televisión Azteca, lo atenuaría el ingreso de Telmex al mercado de video.
Por lo pronto, la actuación de la Comisión Federal de Telecomunicaciones frente a la posibilidad de adelantar el llamado apagón analógico, es decir, concentrar las transmisiones de televisión por la vía digital y abrir una tercera cadena nacional de televisión abierta, provocó un espectáculo deprimente.
Algo así como pastelazos en una película de Viruta y Capulina.
Hete aquí que mientras el presidente del organismo, Mony de Swaan, se erigía, boletín al calce, como paladín de la apertura, al ser el único de los cinco comisionados en plantear el sí a la posibilidad, colocando como villanos a sus compañeros, éstos en bloque lo acusaron de mentiroso y manipulador.
El caso es que el sainete fue estéril.
De todos modos el gobierno se lava las manos mientras pasa la temporada electoral. No vaya a ser que las represalias sean contra el partido en el poder.
Descalificados, pues, los órganos reguladores, parecería que la salida sería dejar la consigna para ejercer la autonomía... o de plano lanzar la toalla.
¿Alguien dijo que la competencia nos hace competentes?
Aunque el caso Moreira, es decir, el gobernador de Coahuila que hipotecó a la entidad federativa durante 36 años al contratar deuda por 34 mil millones de pesos, sigue siendo emblemático, también en Aguascalientes, Chihuahua, Chiapas, Michoacán, Nayarit, Quintana Roo, Tlaxcala y Veracruz hace aire...
Todos ellos fueron degradados en su calidad crediticia por las calificadoras de deuda ante un desbordamiento de sus pasivos.
El año pasado la guillotina cayó sobre Nuevo León.
La preocupación de Moody's, Fitch Ratings y HR Ratings se centra en la contratación compulsiva de deudas de corto plazo, lo que vuelve problemático el pago de las de largo plazo. El pasivo total de las entidades castigadas alcanza 300 mil millones de pesos en el largo plazo y 50 mil en el corto.
Sinaloa se plantea como la excepción de la regla, al revaluarse su calidad crediticia.
MINAS A MEXICANA
Como lo advertíamos en este espacio, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le está minando el terreno a la firma Med Atlántica para caminar hacia el rescate de Mexicana de Aviación.
De entrada, el director del aeropuerto capitalino, Héctor Velázquez, insiste en que no habrá slots para la línea aérea si no se le pagan deudas por 50 millones de pesos, a soslayo del concurso mercantil en que se ubica ésta.
De acuerdo con las reglas, será el juez de la causa quien decida la prelación de los pagos. Más allá, se insiste en que la Secretaría de Hacienda verifique al detalle el origen de los recursos colocados en la mesa por la firma postora, lo que podría llevar varias semanas.
Como usted sabe, el último plazo para declarar la quiebra de la empresa vence en unos días. La pregunta es en cuál línea aérea trabajarán los funcionarios una vez que se agote el sexenio.
IMSS DE MARAVILLA
De acuerdo con el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Daniel Karam, al señalar que la propuesta que le realizó al Consejo Técnico para cancelar el Contrato Colectivo vía la liquidación y posterior recontratación de sus 315 mil trabajadores, cuya grabación circula en internet, se dio en un escenario en que la marea había llegado al cuello del organismo.
Según él, de entonces para acá la situación ha mejorado sustancialmente.
A lo mejor el IMSS se sacó la lotería.
Naturalmente, el meollo se ubica en evitar el asalto de las calles por los afectados, en plena temporada electoral.