El presidente de la FIFA dice que si el Congreso no lo quiere, se irá tranquilamente. En Alemania siguen línea de confrontación. (EFE)
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, anunció que no piensa dimitir, pese a las críticas que ha recibido tras acusar a Alemania de soborno para conseguir el Mundial 2006, aunque luego ha negado haber dicho eso.
"No basta con que alguien de la prensa diga dimisión, dimisión. Si alguien quiere eso, tiene que solicitarlo al Congreso de la FIFA. Si ellos (el Congreso) no me quieren, me iré tranquilamente, pero les recuerdo que yo fui elegido por el Congreso", declaró Blatter en la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva.
Ante la petición de un eurodiputado alemán de que Blatter devuelva la Orden del Mérito, la más alta condecoración civil de la república alemana, que le fue concedida en 2006 por la canciller Ángela Merkel, el presidente de la FIFA no quiso entrar en polémicas.
"No voy a discutir sobre esto. Si ellos deciden retirármela, que me la retiren", afirmó.
Blatter anunció esta mañana que su Comité Ejecutivo aprobó por unanimidad los nuevos Códigos Éticos, que regirán las actuaciones de este organismo a partir del próximo 25 de julio.
Además, Blatter anunció el nombre de los presidentes de los dos organismos de la Comisión Ética. El primero se encargará de la instrucción de los casos que lleguen a la asociación y estará presidido por el estadunidense Michael J. Garcia. El segundo se encargará las funciones de decisión y estará dirigida por el alemán Hans-Joachim Eckert. El cargo de los presidentes de estos órganos y de sus componentes durará hasta el próximo Congreso de la FIFA.
Además el presidente de la FIFA anunció como novedad que los procesos por cohecho y corrupción no prescribirán. Sobre el caso ISL Blatter prefirió no hacer declaraciones aludiendo que "no estaba en las cuestiones del día". La FIFA, en una nota de prensa, confirmó que el auto de sobreseimiento del caso será entregado para examen a los nuevos órganos de instrucción.
Alemania mantiene línea de confrontación
La cúpula del futbol alemán mantuvo hoy su línea de confrontación ante el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, tras haberse retractado éste de la insinuación de que Alemania "compró" el Mundial de 2006, y criticó de nuevo su gestión en los escándalos de corrupción de la organización internacional.
El presidente de la Liga Alemana, Reinhard Rauball, insistió en la necesidad de que Blatter "traspase la gestión de su cargo lo antes posible" y se ratificó en su opinión, expresada la semana pasada, de que debería dimitir.
Su homólogo de la Federación Alemana de Futbol (DFB), Wolfgang Niersbach, insistió en que, a su modo de ver, la actuación de Blatter respecto a las sospechas de sobornos sobre Joao Havelange fue "totalmente errónea", aunque matizó que no hay una "petición formal de dimisión" por parte de su federación.
La cúpula futbolística alemana ha sido especialmente dura en sus críticas a la gestión de Blatter frente a las sospechas de corrupción, cuestión que en los días pasados subió de tono tras insinuar el presidente de la FIFA, a través de un medio suizo, que Alemania había "comprado" el Mundial de 2006.
El propio Blatter se retractó hoy de esas afirmaciones, en una carta abierta publicada por el popular diario alemán "Bild", y dijo que "no existen pruebas" de ello.
Blatter explicó así que con sus declaraciones quiso explicar que "en la concesión de los Mundiales siempre se puede encontrar alguna razón para desarrollar teorías conspiradoras. Incluso en relación con Alemania, que ofreció un Mundial perfecto".
"Un sueño de verano extraordinario del que el país puede estar orgulloso. No creo en teorías conspiradoras, sino en hechos", afirma seguidamente Blatter.
La explicación del presidente de la FIFA sigue al revuelo desatado en Alemania por sus insinuaciones anteriores, que rechazó categóricamente el máximo responsable del Comité Organizador del Mundial 2006, Franz Beckenbauer.
"Me resulta del todo incomprensible las declaraciones de Sepp Blatter. Lo decisivo fue el voto cerrado de los europeos a nuestro favor", apuntaba ayer Beckenbauer, en el mismo diario "Bild".
Blatter, fuertemente presionado por el caso de Havelange, había afirmado al diario suizo "SonntagsBlick" que se habían producido "irregularidades" en la adjudicación del Mundial a Alemania.
"Mundiales comprados... Recuerdo que en el momento de la adjudicación alguien se fue. Así fue que en lugar de 10 a 10 quedáramos en 10 a 9 a favor de Alemania", explicó Blatter.
A la pregunta de si suponía que tras ello había un caso de corrupción, respondió entonces el presidente de la FIFA: "No, no supongo nada. Lo constato".