¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo!, fue el coro unánime que se escuchó en las tribunas del Estadio Corona al término del partido entre Santos Laguna y Tigres para festejar el dramático empate a dos goles conseguido por los Guerreros en los cuatro minutos finales del encuentro, cuando los Guerreros perdían por dos a cero.
El héroe del partido fue el lagunero Oribe Peralta, quien consiguió las dos anotaciones históricas a los minutos 86 y 88, que le dieron a Santos Laguna el pase a su novena final, la cual disputará contra Monterrey.
Un ambiente de fiesta se vivió ayer desde horas antes del partido en los alrededores del Estadio Corona con la llegada de los aficionados, entre los que destacó el grupo que portaba una manta con la leyenda “No más robos’’, acompañada de la fotografía del árbitro Marco Antonio Rodríguez, quien hizo sus ejercicios de calentamiento en cancha con dos horas de anticipación para evitar roces con los aficionados laguneros.
Sin embargo, “El Chiquimarco’’ no se salvó de la animadversión de los seguidores santistas, quienes le lanzaron billetes de imitación cuando saltó a la cancha para dirigir el encuentro.
Un grupo de aficionados le puso color al ambiente con sus penachos de color rosa, amarillo y verde, con el torso desnudo y la cara pintada.
El desenlace del encuentro fue intenso con un Santos Laguna que luchaba incansablemente por horadar la muralla de Tigres, pero la figura del guardameta Enrique Palos se agigantaba al cortar centros y detener disparos de la artillería lagunera.
El gol de Oribe Peralta al minuto 86 hizo renacer las esperanzas de los laguneros y la afición redobló su apoyo a los Guerreros en la recta final del encuentro para alentarlos en la búsqueda del segundo tanto.
Todavía no acababan de festejar el primer gol, cuando Oribe Peralta anotaba el segundo al minuto 88 para empatar el partido de manera dramática y conseguir la calificación de los Guerreros a su novena final en el futbol mexicano.
El originario de La Partida, Coahuila, había realizado un milagro y el Estadio Corona se convirtió en un verdadero manicomio, pues había presenciado un final de película.
El grito de ¡sí se pudo! retumbó por todo el Territorio Santos Modelos. Las luces del estadio se apagaron de manera parcial, mientras que las pequeñas luces de los celulares adornaban majestuosamente el Corona en una noche de gala.
Aficionados realizaron una marcha pidiendo al cuerpo arbitral Fair Play en el partido entre Santos Laguna y Tigres de la UANL.
