Flor de muerto. Ya están listas las cosechas de flor de cempasúchil y mano de león para este viernes 2 de noviembre 'Día de Muertos'.
Los hermanos Gerardo y Benjamín Arreola, por más de 20 años han conservado la tradición de sembrar flor de cempasúchil, mejor conocida como "flor de muerto" por la creencia de nuestros antepasados de que guía a los difuntos a su última morada por lo llamativo de sus colores.
Fue su padre quien les inculcó a los Arreola el gusto por el cultivo de flores de toda temporada, sin embargo son el cempasúchil, la mano de león y las margaritas, las flores que más les gusta sembrar.
En Villa Juárez, desde el mes de julio los Arreola comienzan con el cultivo de la mano de león, y en el mes de agosto con el cempasúchil, para poder cosecharlos en los últimos días del mes de octubre y primeros del mes de noviembre.
"Para tener flores bonitas, hay que cuidarlas mucho, ponerle su fertilizante, regarlas y quitarles las ramas malas", dice Gerardo Arreola.
Pero este año, la sequía y las escasas lluvias que se dejaron sentir en los últimos días provocaron que las flores resultaran con algo de plaga y les creciera hierba mala, lo que afectó severamente cierta parte del cultivo.
En relación a las ganancias que deja el cultivo de las flores de muerto, los Arreola aseguran que no es mucho ya que cada día es más el esfuerzo que hacen por conseguir agua para mantener las flores, el salario de los cosechadores es más alto y los precios de los fertilizantes también.
"Realmente es más el gusto que tenemos por sembrar las flores, que la ganancia que le sacamos, entre pagar los fertilizantes, el agua y a los cosechadores realmente nos queda muy poco", confiesa Benjamín.
Los Arreola, famosos en La Laguna de Durango por cultivar las mejores flores de temporada, han decidido, a pesar de la falta de lluvias y lo quemado de la tierra por la helada negra del año pasado, seguir con la tradición de sembrar flores y principalmente las que se utilizan para honrar a los muertos.
"Nosotros sembramos alrededor de seis hectáreas de flor de cempasúchil y mano de león para estas fechas, y damos el manojo a ocho y cinco pesos, por lo que no sacamos mucho de ganancia, pero cuando vemos las hectáreas bien tupiditas, y a la gente que viene a llevar para sus "muertos", se nos vuelve el ánimo de seguir sembrando", platica Gerardo.
Los Arreola cuentan que la siembra de flores es una tradición familiar. Su padre, quien les enseñó a trabajar la tierra, también era amante del cempasúchil; les decía que era lo único que ahora podía regalarle a los que les enseñaron el buen camino.
Los Arreola esperan seguir trabajando la tierra hasta que sus fuerzas ya no les permitan cosechar más.
"Esto es lo que nuestro padre nos enseñó y de esto vamos a vivir hasta que nos ganen las fuerzas", dice Gerardo.
LES AFECTA SEQUÍA Don Víctor, quien en años pasados se dedicaba al cultivo de la flor de cempasúchil y mano de león, este año sólo venderá media hectárea de mano de león ya que la sequía no le permitió sembrar cempasúchil.
"Como no llovió y tampoco tengo dinero para comprar agua, no cultivé cempasúchil, es una flor que necesita mucha agua y cuidado y como no hay con qué, mejor no la sembré", dice don Víctor.
La siembra es su único ingreso y con esta situación su familia realmente se ha visto afectada.
"A veces cultivo algo de verduras y nopales, pero a veces no alcanza para darle de comer a toda la familia porque no se dan por lo mala que está la tierra", dice don Víctor.