Señoras y señores, en la Selección Mexicana que jugó el miércoles contra Estados Unidos, los jugadores estaban más preocupados por otras cosas que por el partido. El equipo mexicano tenía el orgullo de que nunca había perdido en el Estadio Azteca frente a los estadounidenses, pues ya nos ganaron. El equipo azteca hizo un partido deslucido, sin capacidad para anotar a pesar de que el famoso Chicharito tuvo varias oportunidades de gol, Estados Unidos tuvo una y con eso fue suficiente.
Que Tim Howard, quien juega en el Everton, es muy buen portero, sí, todos sabemos que es un excelente portero; que un Michael Orozco, futbolista de origen mexicano marcó el gol, también; que los americanos tuvieron una única oportunidad, así es y lo lograron. Que el Estadio Azteca no se llenó, probablemente no era un partido interesante; que el Chicharito está seguramente preocupado por la llegada de Van Persie al Manchester, pues cuando un equipo como el United gasta la cantidad de dinero que pagó por el goleador de la Liga Premier, no es para tenerlo en la banca, debe preocuparse porque la pareja que hará el holandés será con Wayne Rooney, relegando a Hernández a la banca, sobre todo después del bajón que tuvo.
En el equipo del Chepo hay jugadores que en algunos partidos destacan y en otros desaparecen. Contra Estados Unidos, Severo Meza no apareció, el "Maza" y Moreno ni trabajo tuvieron y en la única llegada les cayó el gol; Torres Nilo y Viniegra no son jugadores que llenen la camiseta de la Selección. Zavala se perdió en el medio campo, Guardado tiene mucha energía, técnica y pelea pero hasta ahí nada más, Reyna desaparece, Barrera, debería pasar un rato para volver a ser convocado dado que ni en su equipo anda en gran momento, se ha ido perdiendo poco a poco.
Estados Unidos nunca había ganado en el Azteca, pues ya lo consiguió. El pretendido homenaje a la olímpica resultó un espectáculo deslucido, no significó absolutamente nada, eso no es ningún homenaje. Todo mundo se cuelga de las medallas, siempre pasa, más en México, todo mundo le saca jugo y valor a los medallistas para después olvidarlos.
Que aclaman y piden a Oribe Peralta, es normal pues es el jugador de moda, aunque Oribe estaba con su equipo el Santos y le importaba un pepino el mentado homenaje. Para él ya pasó todo e incorporarse a su equipo es lo más importante. Los olímpicos deben de ponerse las pilas y de inmediato reportar con sus equipos y tratar de levantar a algunos, entre ellos las Chivas. Si Marco Fabián, Ponce y el "Chatón Enríquez no ayudan a levantar al Guadalajara, de poco habrá servido la experiencia olímpica.
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